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BM advierte de consecuencias de la crisis europea para América Latina

9 de junio de 2010

Una crisis de confianza en Europa a causa de sus abultadas deudas podría arrastrar a las naciones ricas a una nueva recesión con graves consecuencias para otras regiones del mundo, advirtió el Banco Mundial (BM).

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La central de Banco Mundial, en Washington.Imagen: ullstein - Giribas

Si los bancos congelaran el acceso al crédito para los países altamente endeudados o de alto déficit fiscal -Grecia, Portugal, Irlanda, España e Italia-, las economías industriales retrocederían un 0,6 por ciento en 2011, indicó el BM.

España y América Latina

El autor del informe de perspectivas económicas actualizado, Andrew Burns, advirtió que una crisis de deuda en España tendría graves consecuencias para América Latina. "Si la situación de España se agrava, podría afectar a los bancos españoles, y eso podría tener un 'efecto cascada', porque los bancos españoles son muy activos en Latinoamérica".

Sin embargo, este escenario es por ahora "improbable", según Justin Lin, economista jefe del BM. Pero es preocupación suficiente para que el BM describa las posibles consecuencias de una crisis de deuda europea en la actualización de su informe de perspectivas económicas.

El peor escenario

En este caso, el peor posible, las economías desarrolladas sufrirían la temida recaída en la recesión en 2011, después de la mayor crisis de las últimas siete décadas en 2009.

Por el momento, la crisis de deuda europea ha tenido un efecto limitado en el resto del mundo, afirmó el BM. Pero la atención focalizada de los mercados en los presupuestos gubernamentales ha elevado los costos de financiamiento de otras naciones endeudadas como Argentina o Venezuela, dijo Burns.

Previsiones de crecimiento

Burns urgió a los países desarrollados a consolidar sus cuentas públicas, a menos que deseen enfrentar males mayores en el futuro. El "dolor a corto plazo" del ajuste fiscal vale la pena por la "ganancia a largo plazo" en crecimiento", insistió.

Suponiendo que la situación europea se mantenga estable, el Banco Mundial pronostica un crecimiento global del 2,9 y 3,3 por ciento en 2010 y 2011, una recuperación notable tras la contracción del 2,1 por ciento de 2009.

Las naciones industrializadas crecerán este año a un ritmo menor, de entre 2,1 y 2,3 por ciento. Los países en desarrollo, en cambio, mantendrán la senda de la recuperación a paso firme, con tasas de expansión de entre 5,7 y 6,2 por ciento. De cualquier forma, esta recuperación sigue supeditada a que la crisis de la deuda europea no se agrave. De lo contrario, las economías emergentes de América Latina, Europa del este y Asia central, que dependen del crédito de bancos europeos, tendrán serias dificultades para acceder a dinero fresco. (dpa)

Editora: Emilia Rojas