Barco alemán atraviesa la costa siria

Un vocero del ministerio alemán de Defensa confirmó que el navío atraviesa aguas internacionales en el Mediterráneo. Sin embargo, aclaró no se trata de un barco de espionaje, como indicó “Bild am Sonntag” (BamS) este domingo. El “Oker” se halla de viaje desde hace varios meses con el objetivo de reunir información y cuenta con tecnología de reconocimiento a bordo. El ministerio de Defensa no hizo otras declaraciones al respecto. El BamS, sin embargo, informó en su edición dominguera que el barco de la flota de la Marina alemana posee tecnología de espionaje del BND.

De acuerdo con el rotativo alemán, un barco de la Marina alemana equipado con instrumentos de espionaje de alta tecnología del Servicio Federal de Inteligencia (BND), por sus siglas en alemán), proveería de información a los rebeldes sirios acerca de los movimientos de las tropas del Ejército sirio. Según BamS, gracias a la tecnología del navío, la Marina alemana es capaz de vigilar la zona y cubrir una distancia de hasta 600 kilómetros en tierra.

¿Quién recibiría las informaciones, según el BamS?

Según el BamS, los datos recabados sobre misiones militares del Ejército del presidente sirio, Bashar Al Assad, son cursados por el BND a EE. UU. y a Gran Bretaña. Desde allí se las transmite al ejército de liberación sirio. Según el matutino, también hay agentes de los servicios secretos alemanes estacionados en el enclave turco de la OTAN, en Adana.

"Fuentes sirias del BND"

“Ningún servicio secreto occidental posee tan buenas fuentes en Siria como el BND”, cita el BamS a un funcionario de los servicios de inteligencia de EE. UU, quien agrega que el BND también está orgulloso de su contribución a la caída del régimen de Assad. El jefe del BND, Gerhard Schindler, había pronosticado hace algunos días que se acerca el derrumbe de la dictadura de Assad, pero no realizó declaraciones ni constatando ni desmintiendo los rumores acerca de la presencia del “Oker”, presuntamente un barco espía, según BamS.

Duros combates

Hasta el momento, el régimen sirio no da la impresión de estar cerca de su caída. De acuerdo con informaciones de la organización de observadores de los derechos humanos sirios, tropas gubernamentales trataron de tomar la capital, Damasco, provocando un enfrentamiento en el cual fallecieron 27 personas. También se registraron severos combates en las zonas aledañas y en la provincia de Deir As Saur. El nuevo enviado de la ONU a Siria, Lakhdar Brahimi, intentará lograr lo que su antecesor, Kofi Annan no pudo: una solución diplomática. Entretanto, el presidente sirio, Bashar Al Assad, volvió a presentarse en público con motivo de la finalización de la época del Ramadán durante una visita a una mezquita en Damasco.

Fuente: dpa, rtr, afp

Editora: Cristina Papaleo