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Beckenbauer comienza a desaparecer

Daniel Martínez (JC)20 de marzo de 2016

El máximo ídolo del fútbol alemán Franz Beckenbauer, quien también es la figura clave en el escándalo por presunta corrupción en la obtención de la sede del Mundial 2006, ha decidido reducir sus apariciones públicas.

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Fußballlegende Franz Beckenbauer
Imagen: picture-alliance/dpa/A. Gebert

Esta semana, acompañado por los aplausos de los aficionados que acudieron al estudio de televisión, Franz Beckenbauer dio por terminado –provisionalmente “para siempre”- su trabajo como comentarista de fútbol. El partido entre Bayern Múnich y Juventus en octavos de final de la Champions League fue el último de los cientos que analizó en Alemania a lo largo de casi un cuarto de siglo.

Su retiro de la pantalla chica obedece oficialmente al deseo del “Káiser” de disponer de más tiempo libre para sí mismo y su familia. “Tengo ahora 70 años y desde hace más de medio siglo soy una figura pública. Después de tanto tiempo creo que es el momento de tomarme un descanso”, dijo Beckenbauer, en torno a quien en las últimas semanas han crecido las dudas, cuestionamientos y críticas tras conocerse que su dinero estuvo involucrado en turbias transacciones financieras vinculadas con la obtención para Alemania de la sede del Mundial 2006.

Los movimientos financieros del legendario deportista alemán fueron revelados en la investigación para intentar establecer si hubo o no corrupción en el proceso que adjudicó el evento futbolístico. Al respecto, Beckenbauer no solo ha preferido guardar un prudente silencio, sino que también ha optado por crear distancia. El “Káiser” cada vez se aleja más del foco público desapareciendo detrás del manto protector de su privacidad.

Inocente ignorancia

Aún después de haberse conocido que fue su dinero el que se movió en sospechosas direcciones, Franz Beckenbauer asume una actitud de sorpresa y sostiene que poco o nada sabía de lo que estaba pasando, y de las dimensiones de lo ocurrido.

Con gran reserva toma conocimiento de los detalles que han salido a la luz, los que develan las diferentes estaciones de sus transacciones financieras: un despacho de abogados en Suiza, una firma de Mohammed bin Hammam, exmiembro del Comité Ejecutivo de la FIFA, en Catar, y otro par de giros que incluyen a la Federación Alemana de Fútbol (DFB), a la FIFA, y al exjefe de Adidas Robert Louis Dreyfus.

Según el diario Süddeutsche Zeitung, hay personas como Stefan Hans, exvicesecretario de la DFB, que al ser interrogados por el comité de investigadores del escándalo del Mundial 2006 dieron muestras de tener mejor memoria que el “Káiser”. El prestigioso medio de comunicación sostiene que Hans contó que en su momento, según un relato del expresidente de la Federación Alemana de Fútbol Wolfgang Niersbach, Beckenbauer comentó que en la FIFA Joseph Blatter había sido elegido con su dinero.

Conforme se conocen más detalles de lo sucedido, menos información aclaratoria entrega Franz Beckenbauer. En Alemania está claro que su ídolo futbolístico, campeón del mundo como jugador y entrenador, es la figura clave en el escándalo del Mundial 2006. Aún así, mientras él continúe asumiendo el papel de desconocedor de lo sucedido y aumente su silencio alejándose de las actividades públicas, las preguntas quedarán sin respuesta, y las sospechas de corrupción no serán resueltas, aunque quizás sí olvidadas.