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Benedicto XVI: Silencio que gana aplausos

DW-WORLD19 de abril de 2006

La prensa de Alemania dedica varios comentarios al primer año de Pontificado de Benedicto XVI. El tono positivo prevalece en el balance del primer Papa alemán en casi cinco siglos.

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El Papa ha ganado popularidad con su imagen reflexiva y espiritual.Imagen: AP

El Badisches Tagblatt, de Baden-Baden, opina: "Es notable cuán rápidamente se ha modificado la imagen de Benedicto XVI en su patria. En tiempos de inseguridad, provocada por la globalización, mucha gente escucha con atención cuando alguien habla de valores perdurables. No por ello hay que concordar con él. Sorprendente resultó para muchos su primera Encíclica, en la que puso al amor en el lugar central. De ella desprende el cardenal de Maguncia, Karl Lehmann, acertadamente, que desde la posición del amor se replantearán también cuestiones como el sacerdocio femenino, el celibato sacerdotal o la homosexualidad de sacerdotes. Pero para ello un año no es un parámetro en una institución de 2000 años de antigüedad."

Contrapeso espiritual

El Münchner Merkur, de Munich, comenta: "En la Iglesia alemana se cree reconocer signos de un auge religioso desde la elección de un Papa alemán. Sin embargo, desde hace tiempo resulta perceptible una difusa búsqueda de espiritualidad y religiosidad, una reacción comprensible ante la amenazadora globalización y la dictadura de la economía. Si el Papa logra que la dimensión espiritual y religiosa de la vida sea entendida como un liberador contrapeso a la fría y dura vida cotidiana, la Cristiandad podría ganar mucho. Benedicto XVI prepararía así el camino hacia la meta con que soñó el cardenal Ratzinger: vincular nuevamente con la Iglesia a los que buscan respuestas religiosas. Benedicto XVI no es un nuevo Ratzinger, sólo ocurre que puede aplicar sus habilidades de otra manera en su nuevo cargo."

De timonel a capitán

El Nürberger Zeitung, de Núremberg, apunta: "Este Papa parece saber perfectamente lo que ocurre en su Iglesia. Por el escritorio del antiguo jefe de la Congregación para la Doctrina de la Fe pasaron en su día todos los asuntos molestos que también existente en la Iglesia Católica: las desviaciones sexuales de sacerdotes, los movimientos políticos y revolucionarios en puntos candentes de la sociedad, las manifestaciones de cansancio. Como cardenal, Ratzinger amonestó y castigó. Él era prácticamente el timonel de la Iglesia. Ahora es su capitán."

Otro estilo

El Kölner Stadtanzeiger, de Colonia, señala: "En sólo un año, el nuevo Papa ha hecho maniobras considerables en el 'barquito de San Pedro'. Y eso pese a que los cardenales lo eligieron expresamente como garante de la continuidad. Benedicto XVI no está dispuesto a ligar la infalibilidad del Papa -como Juan Pablo II- también con la prerrogativa de la omnipresencia. Se muestra mucho más reservado que su antecesor en cuanto a prédica moralistas. Su estilo suave y silencioso le reporta un alto grado de aprobación. Lo curioso del caso es que el Papa Benedicto XVI no se ha retractado de nada de aquello que le valió duras críticas cuando sólo era el cardenal Ratzinger. Se ha limitado a no repetirlo. Y eso ya es un avance en la maquinaria de comunicados del Vaticano.