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Un eurogobierno

16 de agosto de 2011

Un gobierno económico real para la eurozona proponen Merkel y Sarkozy. De su encuentro en París no salió un sí a la emisión de eurobonos, sino sólo un sí a una mayor coordinación de las economías del euro.

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Angela Merkel y Nicolas Sarkozy en ParísImagen: picture alliance/dpa

Una propuesta de “regla de oro” para la eurozona salió del encuentro entre Angela Merkel y Nicolás Sarkozy del martes (16.08) en el Elíseo: la imposición constitucional de un límite a la deuda de los 17 países miembros de la eurozona. Esta sería la base de un gobierno económico real, con una presidencia fija, que ambos proponen instituir a partir del 2012. Un primer candidato para ese puesto también nombraron: el actual presidente del Consejo Europeo, el belga Herman Van Rompuy.

¿Mayores atribuciones a Bruselas?

Subrayando que el objetivo claro es reforzar el euro, tanto la canciller alemana como el presidente francés insistieron en la importancia de “un engranaje más estrecho de las políticas financieras y económicas de la eurozona". Poner esa necesidad en primer plano es una responsabilidad que asumen ambos, declararon en rueda de prensa.

Un impuesto a las transacciones financieras y mayores atribuciones a la Comisión Europea para controlar el equilibrio de los presupuestos forman parte del plan propuesto. Prevén además, para Francia y Alemania –las dos economías más fuertes de la eurozona- un impuesto corporativo conjunto para sus empresas.

Flash-Galerie Krisentreffen in Paris August 2011 Merkel und Sarkozy Pressekonferenz
Rueda de prensa después del encuentro en el ElíseoImagen: picture alliance/dpa

Eurobonos quizá más tarde

En el aire estaba el tema de la emisión de eurobonos, una solución a la actual crisis de la deuda acariciada por muchos. Pero Berlín se opone a esta solución y París también, aunque éste le deja abierta una puerta al “final del camino de la consolidación del gobierno económico para la zona euro”.

En este momento, cuando el crecimiento económico de la UE –también el de Alemania y Francia- se ralentiza, la emisión de eurobonos “haría peligrar a los países que presentan los mejores ratings”, se esforzó por explicar el presidente francés.

Corrigiendo la plana

En esta “minicumbre” –como se ha dado por llamar a los encuentros entre los líderes de las dos más grandes economías de la eurozona- se trataba de corregir “las fallas de nacimiento de la unión monetaria europea”, analizaba ante la emisora alemana Deutschlandfunk antes del encuentro el líder de los socialdemócratas alemanes, Sigmar Gabriel. Y aunque él favorece los eurobonos, reconoce que “ellos por sí solos no van a solucionar nada” y menos a corto plazo.

Efectivamente, en el hipotético caso de que después de este encuentro se hubiese lanzado esa propuesta, ésta habría tenido que ser discutida por la Comisión Europea, luego aprobada en Consejo por los 17 países de la eurozona y después, dado que habría que alterar los tratados europeos, aprobada en referéndum en algunos países. Es decir, el camino habría sido muy largo y de incierto final.

Nicolas Sarkozy und Angela Merkel
Merkel: "Francia y Alemania se sienten absolutamente obligados a fortalecer el euro como nuestra moneda común y a desarrollarla aún más".Imagen: picture alliance/dpa

Hay más opciones

Mucho se había discutido sobre esta opción; diversos analistas la barajan como el único camino para salvar al euro. Pero para la canciller Merkel éstas son advertencias alarmistas; no cree que a Europa le quede sólo esa salida.

Sabido es que en el decálogo de Merkel, compartido ahora por Sarkozy, sólo la consolidación a largo plazo, la reducción de la deuda y el control presupuestario podrán incrementar la confianza y el crecimiento; novedoso es el paso hacia la institucionalización de un gobierno económico y financiero para la eurozona. Tanto París como Berlín repitieron hoy, una vez más, que salvarla es su objetivo.

Autora: Mirra Banchón
Editora: Emilia Rojas