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Derechos humanosBielorrusia

Bielorrusia: sin piedad con presos enfermos o discapacitados

Daria Bernstein
11 de marzo de 2024

Según activistas de derechos humanos, entre los presos políticos bielorrusos hay más de 40 que sufren discapacidades y enfermedades graves. ¿Tienen posibilidad de salir de prisión antes de tiempo?

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Imagen referencial de una prisión en Minsk, Bielorrusia.
Imagen referencial de una prisión en Minsk, Bielorrusia.Imagen: Zuma Press/IMAGO

Cinco presos políticos han muerto en prisiones bielorrusas desde 2021. Los activistas de derechos humanos sostienen que esto se debe a tratos inhumanos en las cárceles, pues los afectados no habrían tenido acceso a una atención médica rápida y efectiva. Tres de ellos padecían problemas de salud graves antes de ser enviados a prisión.

La ley señala que en Bielorrusia las personas encarceladas también tienen derecho a recibir atención médica. Según datos oficiales, en 2010, el 10 por ciento de las solicitudes de liberación anticipada por razones de salud fueron acogidas. En 2021, esa cifra cayó al 1,3 por ciento. Actualmente, entre las personas detenidas hay discapacitados, mujeres embarazadas, ancianos y personas con diabetes, cáncer y otras enfermedades crónicas.

En la camilla a declarar

Los investigadores a menudo se aprovechan del estado de salud del acusado para sacarle declaraciones "útiles", dice el exjefe de los servicios médicos del departamento penitenciario del Ministerio del Interior bielorruso, Vasily Zawadsky. Si el interesado no firma determinados documentos, corre el riesgo de sufrir un mayor deterioro de su salud.

En casi todos los casos, los perseguidos políticos son detenidos aun cuando estén muy enfermos. Un abogado bielorruso que prefiere permanecer en el anonimato da el siguiente ejemplo: "Tuve un cliente perseguido político que debía ser operado. Los dolores ya no lo dejaban dormir, pese a lo cual fue enviado a un centro de detención".

Alexander Lukashenko, líder de Bielorrusia.
Alexander Lukashenko, mandatario de Bielorrusia.Imagen: ALEXANDER NEMENOV/AFP/Getty Images

El abogado relata que fue sumamente difícil llevar a cabo la cirugía, tras la cual surgieron complicaciones. "Mi cliente fue llevado al interrogatorio en camilla. Fue interrogado tumbado en el piso y filmado mientras yacía en el suelo. El investigador no vio nada extraño en este trato claramente inhumano", señala.

Duros castigos por razones políticas

Los condenados son aislados y no se los resocializa, revela un abogado que también pide mantener el anonimato. También ocurre que una persona sin antecedentes penales que comete un delito menor recibe de inmediato una pena severa, y los tribunales suelen ignorar atenuantes, como enfermedades graves o discapacidades.

En el caso de los prisioneros políticos, añade el abogado, la orden es imponer condenas aún más duras. Cita como ejemplo el caso de Nikolai Klimovich, que tenía una discapacidad. Fue sentenciado a un año de cárcel por poner "me gusta" a una caricatura del líder bielorruso Alexander Lukashenko en redes sociales. El acusado y su abogado explicaron que una pena de cárcel era improcedente por motivos de salud. Dos meses después, Klimovich murió en prisión.

¿No hay consideración a las razones médicas?

Incluso en Bielorrusia debería ser posible la liberación por razones médicas. Para ello existe una lista de enfermedades, entre ellas, la tuberculosis, el cáncer o la diabetes. La decisión debería tomarla en primera instancia una comisión especial, para que luego un tribunal tome cartas en el asunto. Se puede solicitar la liberación, pero no existe garantía alguna de que esta sea concedida, ni siquiera si los médicos consideran que el encarcelamiento es una amenaza para la vida del reo. En la práctica, empero, solo habrá liberación en casos extremos, como en los de personas presas que sufren cáncer terminal, los que serán enviados a morir en su hogar.

Pero, incluso en circunstancias tan extremas, no todos logran salir de prisión. La exjueza Jelena Melnikova murió en 2018 en una colonia penitenciaria tras haber sido condenada en 2016 a 13 años de prisión por recibir sobornos. Se suponía que Melnikova sería derivada a una clínica oncológica para recibir tratamiento, pero murió un día antes de dejar la prisión.

(dzc/cp)