¿Bloquea la UE la venta de Opel?
14 de septiembre de 2009No se ha apagado todavía el eco del anuncio de que –después de meses de largas negociaciones- General Motors ha accedido a vender el 55 por ciento de Opel al fabricante de componentes Magna, una empresa austríaco-canadiense, cuando comienza un nuevo capítulo en este largo drama en torno a Opel. Las ayudas estatales que Berlín aportará para conservar la mayor cantidad de puestos de trabajo en Alemania hacen temer a sus socios europeos que esté siendo proteccionista. Sobre todo, Bélgica protesta.
La comisaria europea de Competencia, Neelie Kroes, aseveró ante el Parlamento Europeo que el ejecutivo europeo revisará a fondo las ayudas estatales de Alemania a las plantas de Opel en el país. Se trata de determinar si estas ayudas no están unidas a motivos “proteccionistas, no económicos; si al Gobierno de Berlín lo mueven razones políticas en esta concesión de ayudas”, aseveró Kroes.
Berlín en la mira
“La Comisión no sólo verificará las condiciones legales del paquete de ayuda, sino todo el contexto en que éste fue concedido”, prometió la comisaria ante el legislativo europeo. Así, mientras varios parlamentarios alemanes abogaban entonces por una revisión rápida para asegurar los 40.000 puestos de trabajo que podrían ser salvados, otros, como Guy Verhofstadt - portavoz de los liberales y ex primer ministro belga- hacía un llamado a que la Comisión Europea cuide bien de las reglas este mercado único. Si bien Opel produce en Alemania, España, Austria, Reino Unidos, Polonia y Bélgica, hasta ahora parece que sólo la planta belga será cerrada. 2850 personas perderían en Amberes su puesto de trabajo.
“Es importante cumplir con las reglas europeas en el caso Opel, y tomar decisiones en base a argumentos económicos", dijo en Bruselas el ministro belga de Exteriores, Yves Leterme. "Si se hubiera seguido una lógica económica, Amberes tendría todavía todas las oportunidades", agregó al margen del Consejo de ministros de Exteriores que tiene lugar en Bruselas.
Gran Bretaña también advierte que los encargados de velar por las regulaciones europeas deberían asegurar que esta adquisición de Opel por Magna y sus socios rusos no favoreciera a a las plantas alemanas en detrimento de otros países europeos que tienen fábricas de GM. "Creo que es importante decir que la Comisión Europea no debería aceptar nada que parezca un arreglo político ni ningún vínculo entre la ayuda y la conservación de empleos en una planta o un país específico", dijo el secretario de negocios británico Peter Mandelson, ex comisario europeo de Comercio.
Magna se defiende
Que la venta y los millones que planea Berlín en ayudas estatales no salvarían todos los puestos de trabajo quedó claro desde el principio; “desde la hora cero hablamos en nuestro concepto de la eliminación de 10.500 puestos de trabajo, de ellos 4.000 están en Alemania”, declaró en Fráncfort del Meno el jefe de Magna, Siegfried Wolf, quien habló también del cierre de la planta belga. Con respecto a que la UE pudiera oponerse a las ayudas alemanas en la venta de Opel a Magna, Wolf asevera que se darán en un marco ya aprobado por la Comisión Europea “y que no hay obligación de notificación suplementaria”.
“No hay necesidad de mayor notificación”
El Gobierno alemán por su parte tampoco ve motivos para hablar de bloqueo por parte de la UE: si bien toda ayuda estatal a las empresas debe ser aprobada por Bruselas garantizando así que se cumplan las reglas del mercado único y la competencia, los 4500 millones de euros habrían sido aprobados ya en el “programa de créditos y garantías” que forma parte del paquete coyuntural para enfrentar la crisis económica y financiera.
A la inquietud creciente habían aportado las declaraciones del representante del Estado federado de Hesse en el consejo de administración fiduciaria de Opel, Dirk Pfeil. Según éste, cerca de 600 millones de euros de la ayuda alemana se destinarían a una nueva planta en Rusia. "La información no es correcta. Los 600 millones provendrán en su gran mayoría del negocio operativo de Rusia", dijo Wolf.
Berlín se explica
Como fuere, la tensión para los empleados de Opel y el miedo por su futuro parecen no querer disminuir: antes de dos semanas no habrá concluido la verificación de las ayudas estatales por parte de la UE. Por su parte, el Gobierno de Berlín convoca a los países socios con plantas de Opel a una reunión en la capital germana para explicar cómo se repartirán los 4.500 millones de euros en garantías y créditos estatales que Alemania pondría a disposición de New Opel. .
Autor: Mirra Banchón
Editor: Pablo Kummetz