Botsuana alberga la mayor población de elefantes del mundo, y eso se ha convertido en una amenaza para el país. Los animales no solo ocasionan todo tipo de destrozos, sino que suponen un peligro mortal para los habitantes. En 2019 Botsuana levantó la prohibición de la caza deportiva de elefantes, aunque con condiciones. Los cazadores locales y los turistas solo pueden cazar un determinado número de elefantes. La medida ha sido duramente criticada a nivel internacional. La caza aporta mucho dinero al país, lo que, en última instancia, también beneficia al bienestar animal, argumenta el gobierno de Botsuana. Además, como respuesta a la injerencia extranjera, amenazó con enviar 20.000 elefantes a Alemania. En Botsuana están orgullosos de que la población de elefantes se haya recuperado gracias a varios programas de protección de la especie. Sin embargo, el país sufre al mismo tiempo, las consecuencias dramáticas de la sobrepoblación.
Un reportaje de Florian Nusch