Brasil sigue sin esclarecer el asesinato de Marielle Franco
14 de marzo de 2023La noche del 14 de marzo de 2018, la concejala Marielle Franco y el chofer Anderson Gomes fueron asesinados en Río de Janeiro. Tras sucesivos cambios de mando, las investigaciones podrían dar un giro gracias al compromiso asumido por el Gobierno federal de esclarecer el caso.
Cuando el caso cumplió un año, en marzo de 2019, fueron detenidos el sargento retirado de la Policía Militar Ronnie Lessa y el ex primer ministro Elcio Vieira de Queiroz, sospechosos de cometer el crimen. En agosto del año pasado, el Supremo Tribunal Federal confirmó la decisión judicial que los someterá a juicio por jurado popular, aún sin fecha definida.
El arresto de la dupla sigue siendo el hecho más destacado de las investigaciones hasta el momento. En esa ocasión, tanto el Ministerio Público de Río (MP-RJ) como la Policía Civil, responsables del caso, afirmaron que el móvil del crimen sería esclarecido en la segunda fase de la investigación. Cuatro años después de eso, una pregunta sigue sin respuesta: ¿quién mandó a matar a Marielle?
La cercanía que mantuvieron los hijos del expresidente Jair Bolsonaro con los presuntos delincuentes ha alimentado el temor de que la honestidad del trabajo investigativo quedara contaminado a nivel federal. Por ello, los familiares de la concejala celebraron la decisión del Superior Tribunal de Justicia, en mayo de 2020, que denegó el pedido de federalización del caso por parte de la entonces fiscal general de la República, Raquel Dodge. Al fundamentar su decisión, la jueza Laurita Vaz alegó que no fue posible verificar pruebas de negligencia o desinterés por parte de las autoridades del estado de Río de Janeiro.
La postura del nuevo Gobierno
El ajedrez en el que están envueltas las investigaciones del caso se ha reconfigurado en las últimas semanas. Inmediatamente, el Gobierno de Lula, que prestó juramento en enero de 2023, buscó mostrar su compromiso para esclarecer el crimen.
El primer indicio fue el nombramiento de Anielle Franco, hermana de la concejala, como ministra de Igualdad Racial. Anielle Franco se acercó a la política después del duelo, proceso que se intensificó en 2019, cuando fundó el Instituto Marielle Franco, que ha dirigido hasta diciembre de 2022.
"Le dije a la ministra Anielle y a su madre que es una cuestión de honor para el Estado brasileño hacer todos los esfuerzos posibles y apropiados. La Policía Federal actuará de esa manera, para que este crimen sea definitivamente esclarecido, y sepamos quién mató a Marielle y quién mandó matar a Marielle Franco ese día, en Río de Janeiro”, dijo el ministro de Justicia, Flávio Dino, el 2 de enero.
En paralelo, se produjo una crisis interna en el Ministerio Público de Río. El Grupo de Acción Especial de Combate al Crimen Organizado (Gaeco), es la rama del MP responsable del grupo de trabajo que investiga el asesinato de Marielle y Anderson, y perdió a 26 de sus miembros después de haber pedido una exoneración conjunta por la reelección de Luciano Mattos como fiscal general de Río. Ya antes de la debacle en el MP, la familia de Marielle Franco cambió de postura y pasó a defender la federalización del caso. El 14 de febrero, Flávio Dino anunció la entrada de la Policía Federal en las investigaciones, en forma de acción complementaria, por 90 días. La idea es que el caso sea federalizado después de ese período, si las instancias locales no actuaran dentro de ese plazo.
Derechos humanos en Brasil
El esclarecimiento del asesinato de Marielle Franco es importante para la reputación de Brasil en los foros internacionales de derechos humanos, una preocupación que estuvo ausente en el Gobierno anterior, y que es más cara a la agenda diplomática del tercer gobierno de Lula.
Pero aún no está claro, por ejemplo, si el MP compartirá pruebas con la Policía Federal, algo esencial para que la colaboración sea efectiva. También existe el riesgo de que los tribunales superiores interfieran en un intento de federalizar completamente el caso. Datos recientemente revelados por investigaciones paralelas indican que existe una estructura de autoprotección de los cuerpos de Policía, el MP y el Poder Judicial de Río de Janeiro.
Mientras una opaca red de intereses obstruye la verdad sobre el crimen que pretendió silenciar a Marielle Franco, los frutos de su legado siguen germinando por todo Brasil. El brutal asesinato de la concejala impulsó el ingreso de mujeres negras a la política, que seguía siendo territorio hostil. (cp/ms)