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Brexit: nadie sabe qué puede pasar

Andreas Becker (JC/ER)7 de junio de 2016

Los británicos también votarán en referéndum sobre el futuro de la Unión Europea. Y es que lo que puede suponer un brexit para la economía resulta imposible de predecir.

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Imagen: picture-alliance/Zuma Press/B. Stevens

Realmente abundan los estudios sobre las posibles consecuencias de una retirada de los británicos de la Unión Europea (UE). Partidarios y detractores del brexit han producido documentos de forma masiva en los que apoyan sus respectivas posiciones.

Eso sí, la mayoría de los estudios concluyen que una salida de la UE implicaría un costo considerable, sobre todo para los propios británicos. A fin de cuentas, casi la mitad de sus exportaciones de bienes acaban en la UE y poco más de la mitad de sus importaciones procede del continente. Una hipotética salida podría reducir hasta en un 14 por ciento –más de 300.000 millones de euros- el rendimiento de la economía británica, según un estudio de la Fundación Bertelsmann, cercana al empresariado. Los autores del estudio señalan: “En nuestra opinión, el brexit debería evitarse a toda costa”.

Final abierto

Sin embargo, por mucho que los economistas y estadistas traten de hacer cálculos, sus números no son consistentes. Lo único seguro es que las relaciones económicas entre Gran Bretaña y la UE cambiarán con el brexit, lo cual provocaría costos e incertidumbre.

“Por esa razón, se ha ejercido cierta presión sobre los británicos para que, en un momento tan difícil como este, no voten a favor del brexit”, dice Rolf Weder, profesor de Economía e Integración Europea de la Universidad de Basilea.

Pero, cómo afectaría una posible salida a las relaciones económicas entre ambas partes es una pregunta totalmente abierta. Los detalles tendrían que negociarse laboriosamente entre Gran Bretaña y la Unión Europea, según dicta el artículo 50 del Tratado de Lisboa.

Años de incertidumbre

Y eso es algo que puede durar años. Aunque el artículo 50 establece un período de dos años, éste puede ser extendido por el Consejo de Europa. La consultora británica Global Counsel calcula que el período de incertidumbre podría durar “diez años o más”.

Todo dependerá del resultado de esas negociaciones. Aquí la imaginación no tiene límites. Según la Fundación Bertelsmann, en el peor de los casos el Reino Unido podría permanecer en gran medida “aislado” durante este período, viendo debilitarse su sector financiero y su fuerza innovadora. En el mejor de los casos, según el estudio alemán, los costos que supondría el brexit serían de tan sólo 14.000 millones de euros, en vez de los 300.000 millones antes señalados.

Pub "Old Hack" gegenüber der EU-Kommission
Pub "Old Hack", situado enfrente del edificio de la Comisión Europea en Bruselas.Imagen: DW/B.Riegert

“Por supuesto que los británicos tienen interés en dirigir las negociaciones para que sus empresas no pierdan completamente el acceso al mercado interior. Al mismo tiempo, a la UE también le interesa que sus compañías sigan teniendo presencia en Gran Bretaña”, dice el economista Weder en entrevista con DW. Y añade: “Espero, por lo tanto, que aspiren a una especie de tratado de libre comercio”.

Importante centro financiero

En lo que se refiere al comercio exterior con la UE, los británicos han acumulado un déficit durante décadas. Y es que importan bastantes más bienes de los que venden en la Unión Europea. Más que en la producción de bienes, los británicos están especializados en los servicios, principalmente gracias a la ciudad de Londres, uno de los centros financieros más importantes del mundo. En lo que se refiere a la producción de servicios, el país registra regularmente un superávit que, sin embargo, es insuficiente para cubrir el déficit del comercio de mercancías.

Por el momento, los bancos y las compañías de seguros británicas se benefician de formar parte del mercado interior a la hora de ofrecer sus productos en cualquier lugar de la UE. Si finalmente el país decide salir de la UE, mucho dependerá de las condiciones que logre negociar para su sector financiero.

“La UE tendrá mucho cuidado de no tratar demasiado bien a Gran Bretaña”, dice Weder, de la Universidad de Basilea. Además, el brexit haría que la UE perdiera un importante contribuyente. Por tanto, es difícil de creer que los británicos vayan a ser recompensados con grandes concesiones.