Bruselas y Berlín elevan el tono contra VW
4 de noviembre de 2015Por su parte, las acciones de Volkswagen (VW) cayeron con fuerza en Fráncfort después de que la compañía reconociese el martes motu proprio haber descubierto que 800.000 vehículos registran emisiones irregulares de CO2, de los que 98.000 son de gasolina, lo que da una nueva dimensión al caso.
La Comisión Europea (CE) instó a Volkswagen a aclarar al detalle y "sin demora" las nuevas "irregularidades" que ha detectado y advirtió de que el caso podría derivar en sanciones. "La CE tiene poderes de ejecución para asegurar que los fabricantes automovilísticos respetan sus metas de reducción de CO2, lo que incluye la imposición de sanciones a los fabricantes", dijo la portavoz comunitaria Lucía Caudet.
Bruselas quiere saber por qué exactamente las emisiones reales difieren de las teóricas, qué modelos están afectados, en qué países se han comercializado estos vehículos y qué medidas va a tomar el grupo para remediar la situación. Por su parte, el ministro de Transportes alemán, Alexander Dobrindt, consideró "inaceptable" que una empresa haya tomado medidas para falsear sus emisiones y aseguró que VW debe asumir su "responsabilidad" en todos los frentes derivados de este escándalo. "Volkswagen tiene claramente la responsabilidad y la obligación de reparar los daños a los clientes", afirmó ante el Bundestag (Cámara Baja alemana).
El ministro explicó que el Gobierno de Berlín trabaja para resolver una derivada tributaria de la información difundida el martes por Volkswagen. Dobrindt explicó que si los automóviles emiten más CO2 de lo oficialmente admitido, el impuesto de circulación debería subir de forma acorde y señaló que estudian cómo proceder para que ese coste, que sería retroactivo, no recaiga sobre los conductores, sino sobre la empresa.
VW suspende temporalmente venta de vehículos bajo sospecha
El anuncio de Volkswagen se suma a la denuncia de septiembre de la Agencia para la Protección Medioambiental (EPA) de EEUU contra varios motores diésel (que afecta a 9,5 millones de vehículos) y a la alerta que este lunes lanzó ese mismo organismo, asegurando que había más modelos del grupo (esta vez de gama alta) que emitían por encima de lo especificado.
Volkswagen, que negó categóricamente esta segunda denuncia de las autoridades estadounidenses, anunció este 4 de noviembre sin embargo que ha suspendido temporal y voluntariamente en este país las ventas de los nuevos vehículos bajo sospecha: el Volkswagen Touareg 2014, el Porsche Cayenne 2015, y los Audi A6 Quattro, A7 Quattro, A8, A8L y Q5.
Si las dos investigaciones de la EPA se centran en las emisiones de óxido de nitrógeno (NOx), uno de los productos de la combustión de motores diesel, el problema en estos 800.000 son las emisiones de CO2, el más común de los gases que provoca el efecto invernadero.
Según un portavoz de VW, los vehículos con emisiones irregulares de CO2 fueron producidos a partir del 1 de julio de 2009 de los modelos Polo, Golf y Passat de Volkswagen, así como algunos A1 y A3 de Audi, algunos Octavia de Skoda, y de Seat, algunos León e Ibiza. La empresa, que calcula que el riesgo económico de este último escándalo puede alcanzar los 2.000 millones de euros, ya provisionó de forma preventiva 6.700 millones para afrontar el coste de subsanar la manipulación de los datos de emisión en los motores diesel.
JOV (efe, dpa)