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Bulgaria y Rumania a la UE: un sí sin entusiasmo

Mirra Banchón27 de octubre de 2006

El Bundestag ratificó por mayoría el ingreso de Bulgaria y Rumania a la Unión Europea. Aunque, en general, se asume que la ampliación le hace bien a la UE, ni la alegría cunde, ni la equidad reina en el club europeo.

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Rumania y Bulgaria se ven bien, en el mapa europeo.Imagen: European Communities

El que Bulgaria y Rumania sean miembros de la Unión Europea (UE) a partir del 1 enero de 2007 es un asunto que se decidió en septiembre de 2006. Sin embargo, cada uno de los 25 miembros de la UE tiene que ratificarlo. El Bundestag, el Parlamento alemán, lo ratificó por mayoría, como se esperaba. Lo notable es el tono en que ha sido dado ese sí.

Una ampliación más, sin Constitución

Y es que entre el momento en que se decidió la ampliación de la Unión Europea y el inminente ingreso de Bulgaria y Rumania media la gran ampliación del 1 de mayo de 2004, que después de casi cinco años de negociaciones, incorporó a diez Estados: Chipre, la República Checa, Estonia, Hungría, Lituania, Letonia, Malta, Polonia, Eslovaquia y Eslovenia. También media el fracaso del proyecto de la Constitución Europea, que permitiría hacer más manejable este inmenso conglomerado.

Por ello, con la experiencia adquirida, y a pesar de que las ventajas geopolíticas y comerciales son evidentes -nada despreciable es tener una gran frontera con el Mar Negro, por ejemplo-, los peligros latentes de la ampliación convierten las claras afirmaciones en aceptaciones más bien dubitativas.

Los temores europeos

"Rumanos y búlgaros son bienvenidos" y "esta nueva ampliación le hace bien a la economía alemana": así el común denominador de los discursos de los parlamentarios alemanes. Sin embargo, a renglón seguido, también se da la bienvenida a la propuesta de la Comisión Europea de establecer cláusulas de protección, sobre todo en ciertos temas que desencadenan mareas de temor. La criminalidad y la corrupción encabezan la lista. En caso de que ambos países no hayan logrado notorios avances en ambos temas, los otros miembros de la UE se reservan ciertos derechos. El de que los veredictos rumanos o búlgaros no tenga validez en el resto de Europa, por ejemplo.

EU-Erweiterung Symbolbild Bulgarien Ein Fischer holt sein Netz ein aus dem Schwarzen Meer in der Naehe von Asparuhovo, Bulgarien, am 5. Dezember 2005
Un pescador en el Mar Negro, que será nueva frontera de la Unión Europea.Imagen: AP

El acceso a los mercados laborales es otro tema que nutre el miedo, más aún teniendo en cuenta que el desempleo es una herida supurante en la política alemana. Permitir la entrada indiscriminada de búlgaros y rumanos al mercado laboral significaría, probablemente, importar una mano de obra más barata que la local. Por ello, otra cláusula restrictiva en ciernes es: no todo ciudadano de la UE puede optar a cualquier puesto de trabajo al interior de las fronteras del club europeo. Por lo menos hasta el 2012.

Miembro no es igual a miembro

Es decir, ampliación sí, pero con restricciones. El caso de Inglaterra lo ejemplifica: Cuando se produjo el ingreso de diez nuevas naciones en 2004, Gran Bretaña fue uno de los pocos países de la UE que dejó abierto por completo su mercado de trabajo. Desde entonces han llegado al país más de 500.000 inmigrantes, sobre todo de Polonia, cuando se esperaba una cifra máxima de 15.000 al año. Por ello, Gran Bretaña declaró hoy claramente que pondrá trabas a la inmigración de los futuros integrantes de la Unión Europea.

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La llamada "Riviera búlgara" espera recibir los beneficios del ingreso a la UE.

Alemania no ha sido tan explícita, y ha preferido andarse por las ramas: en caso de que hasta marzo de 2007 el índice de criminalidad y corrupción de ambos países no haya bajado al nivel que Bruselas estima conveniente, habrá ciertos campos a los que los nuevos miembros no tendrán acceso. Entonces dado que lo primero es bastante improbable, lo más seguro es que suceda lo segundo. Es decir, los nuevos miembros son bienvenidos, sí; pero sólo hasta cierto punto y sin mucho entusiasmo.