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Bush es una hipoteca

DW-WORLD22 de junio de 2006

La cumbre que celebraron en Viena EE.UU. y la UE escenificó el creciente entendimiento entre ambas partes y se concretó en posturas comunes. La prensa europea opina.

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Sólo concesiones simbólicas.Imagen: AP

Tages-Anzeiger, de Ginebra: "Irónicamente son los mullahs de Teherán los que ayudan a que las debilitadas relaciones trasatlánticas mejoren, puesto que el presidente estadounidense ha decidido unirse a los europeos en la búsqueda de una solución diplomática del contencioso nuclear con Irán. Después de los grandes cráteres que ha hecho la aventura iraquí, el pragmatismo une a los socios, sin que esto signifique que el resto de los problemas pendientes se solucionen. (...) Pero la nueva moderación del diálogo trasatlántico no oculta que la figura del presidente estadounidense se ha convertido en una carga. Impopular en Europa como ninguno de sus antecesores, Bush obstaculiza el retorno a la normalidad trasatlántica y así a una amistad histórica."

UE y EE.UU. más cerca de lo que creían

Il Messaggero, de Roma: "Tampoco la sombra de Guantánamo pudo ensombrecer la nueva transparencia en las relaciones entre Estados Unidos y Europa. La cárcel en la que se mantiene detenidos, desde hace casi 4 años, a cerca de 400 presuntos terroristas, no ha logrado ensombrecer las relaciones entre Estados Unidos y Europa. La cárcel fue un tema al cierre de la cumbre entre el presidente estadounidense George W. Bush y representantes de la Unión Europea, pero no se ha convertido en motivo de conflicto. Al final de la reunión en Viena se observa que EE.UU. y Europa están más cerca de lo que podría creerse en todos los problemas acuciantes del momento, a pesar de las encuestas que muestran un gran descontento por parte de los pueblos europeos frente a Estados Unidos."

Nada más que concesiones simbólicas

Die Presse, de Viena: "El principal interés de la política exterior estadounidense se centra en la reducción o eliminación de riesgos -terrorismo, proliferación de armamento nuclear, acceso a recursos- lo que tiene para ellos mucho más valor que el que le dan los europeos. Para implementar estos intereses están cada vez más dispuestos a ignorar normas vigentes tanto en el interior como en el exterior. Los europeos por su parte sólo logran ponerse de acuerdo sobre la exigencia de respeto de normas vigentes, puesto que la estructura de la Unión no posibilita formular intereses conjuntos. A pesar de la mejor voluntad no pueden desarrollar una política exterior conjunta. No existe una salida a este problema, porque el establecimiento de una política exterior y de seguridad europea conjunta que merezca este nombre no se vislumbra. Por el momento no se debe esperar más que concesiones simbólicas y esfuerzos por un clima relajado."