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Bush rompe la ley del hielo

9 de agosto de 2003

Por primera vez en meses el presidente estadounidense volvió a hablar cordialmente de Alemania, agradeciendo su labor en Afganistán. En Berlín el gesto ya se interpreta como signo del fin de la crisis bilateral.

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¿Podrá restablecerse la cordialidad de antaño?Imagen: AP

Las señales de distensión ya eran perceptibles desde hace algunas semanas. Pero ahora George W. Bush parece haber puesto fin a la ley del hielo que venía aplicando al canciller alemán, Gerhard Schröder, desde que éste negara su respaldo a la intervención militar contra Irak. Sorpresivamente, el presidente estadounidense elogió la labor que desempeñan los alemanes en la reconstrucción y estabilización de Afganistán. "La participación de Alemania es importante y mayor de lo habíamos esperado. Pienso agradecer al canciller Schröder por ello", indicó el jefe de la Casa Blanca, en su rancho de Texas.

Desafíos conjuntos

En Berlín, las palabras de Bush sonaron a música, después de tanto tiempo de frialdad. Un portavoz del gobierno señaló que tales declaraciones evidencian el interés en seguir desarrollando y fortaleciendo las relaciones germano-estadounidenses, forjadas durante décadas. A su juicio, ponen además de manifiesto que "existen desafíos que sólo podemos superar en forma conjunta".

Sin demora se han puesto en marcha las especulaciones sobre un posible encuentro de Schröder con Bush, que sellaría las paces. Si el canciller alemán viaja a Estados Unidos a fines de septiembre, para hablar ante la asamblea general de las Naciones Unidas, podría presentarse la oportunidad propicia para una reunión personal entre ambos, ya sea en Nueva York o en Washington. Pero nada de eso es seguro. Lo único claro es que Washington vuelve a recordar que necesita a sus antiguos aliados.

Más allá de Kabul

Al margen de los serios problemas que persisten en Irak, también Afganistán causa preocupación. Tanto es así que el ministro alemán de Defensa, Peter Struck, se mostró decidido a ampliar la misión de las fuerzas de estabilización más allá de las inmediaciones de la capital afgana. A su juicio, se ha llegado a un punto crucial. O bien la comunidad internacional se decide a estabilizar el país y el gobierno de Hamid Karsai "también en otros puntos, aparte de Kabul, o se declara que todo esto no ha tenido sentido y que nos retiramos", afirmó Struck, añadiendo: "Limitarse a Kabul no serviría al objetivo de sostener elecciones libres el año entrante en todo el país".

La decisión se tomará, en todo caso, después de que el ministro de Defensa alemán viaje a Afganistán la semana entrante. Allí entregará el próximo lunes, junto a su homólogo holandés, Henk Kamp, el comando de las tropas de ISAF a la OTAN.