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¿Caja de Pandora?

DW WORLD10 de diciembre de 2007

La autonomía de la población albanesa en Kosovo podría causar nuevos y mayores problemas si Europa no actúa pronto y bien.

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Desolación en Pristina, capital de Kosovo.
Desolación en Pristina, capital de Kosovo.Imagen: AP

El periódico liberal vienés Der Standard opina desde la capital austríaca: “Los albaneses de Kosovo no esperarán mucho tiempo más para alcanzar la tan anhelada independencia. De Belgrado se espera que ponga buena cara al mal tiempo, y que se conforme con la separación de una parte de su territorio. Pero si Bruselas no tiende una mano decidida y firme a los serbios, fuerzas antieuropeas tomarán el poder y sumirán al país en un negro agujero dentro de Europa.”

Complicaciones

También de Viena, el conservador Die Presse dice al respecto: “Dos factores complican el dilema en torno a Kosovo. En primer lugar, el conflicto se ubica en la órbita misma de la casa europea. Ambos contendientes –tanto albaneses como serbios- ven su futuro en el bloque comunitario. Así que el casero por ninguna circunstancia puede permitirse el fracaso. Luego, la Unión Europea debe procurar el orden dentro de la propia población. Inglaterra, Francia, Alemania e Italia deben conseguir acallar a los escépticos, de tal manera que la misión europea en Kosovo no se vea en peligro. La presunción de que el conflicto se resolverá en Washington no debe trasladarse a los hechos. La Unión Europea es la que debe enfrentarse a lo que suceda en Kosovo, y afrontar además las consecuencias.”

Poca lealtad

El futuro de Kosovo también es tema para el Tagesspiegel, de Berlín: “Serbia no desea integrar a su ejército a albaneses de los cuales puede esperar poca lealtad. Tampoco pretende alimentar con sus arruinados recursos a una región económicamente débil. A los 1.800.000 albaneses de Kosovo les queda claro que su territorio permanecerá bajo supervisión activa de la OTAN, y que tampoco pueden darse el lujo de arremeter contra los 100.000 serbios de Kosovo. Frente a Bruselas y Washington, la dirigencia de la región precisará su concepto de autonomía, buscando con ello ser reconocida por Occidente y ganarse poco a poco un estatus que les permita avanzar hacia la independencia total compatible con el derecho internacional.”

Suerte albanesa

El periódico húngaro Nepszabadsag asevera sobre el mismo tema: “Los albaneses han tenido suerte, y esta vez, merecida. A otros sólo les ha sido posible concretar la fundación de un Estado cuando las grandes potencias están sometidas a circunstancias verdaderamente extraordinarias. Es una suerte –la suerte de Pandora- que en este caso la comunidad internacional se muestre decidida a cerrar cuanto antes la caja, para evitar así que el remedio traiga consigo el surgimiento de más y mayores calamidades.”