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"Cambio el poder por la libertad"

23 de marzo de 2007

La carrera política más espectacular de Alemania llegó a su fin 2006. Joschka Fischer, que pasó de activista del 68 a ministro de Asuntos Exteriores, anunció su salida de la bancada del Partido Verde.

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Joschka Fischer.Imagen: AP

Un peso pesado de la política abandona el combate en corto. Con 58 años de edad, un cuarto de siglo en la vida política y casado en quintas nupcias, Fischer se retiró del ruedo parlamentario en septiembre de 2006.

Fue rebelde, batiéndose a palos y pedradas contra la policía a finales de los sesenta, y acabó siendo la cara de la diplomacia alemana entre 1998 y 2005 durante los dos gobiernos que lideró el socialdemócrata Gerhard Schröder.

De autodidacta a profesor

Aunque se retiró, está lejos de jubilarse, ya que inició su nueva etapa como profesor en la prestigiosa universidad estadounidense de Princeton. Este cambio resulta para muchos irónico porque, después de todo, estamos ante un autodidacta. Su única formación oficial iniciada, que nunca terminó, fue como fotógrafo. Aunque acudió a la Universidad de Fráncfort, asistiendo a las clases de Adorno, Habermas y Negt, y leyendo a Marx, Mao y Hegel, nunca se matriculó como estudiante.

Oster-Demonstration 1968 Joschka Fischer bezieht Prügel
Activista en 1968.Imagen: dpa

Su vida de adulto contrasta con ser hijo de un carnicero, criado en un entorno estrictamente católico. Fischer militó en el grupo "Lucha Revolucionaria". Entre 1968 y 1975 era una cara conocida en manifestaciones, enfrentamientos callejeros con las autoridades y ocupaciones de edificios abandonados. Vivía de trabajos cambiantes, entre otros fue taxista. Sin embargo, la "pérdida de ilusión" llegó en 1977, cuando la organización armada Fracción de la Armada Roja secuestra y asesina al líder de la patronal alemana.

En 1982 Fischer encuentra su nueva patria política en el recientemente formado partido Los Verdes, con cuyo respaldo da el salto al Parlamento en 1983. Ese mismo año había calificado al Parlamento como "reunión increíble de alcohólicos". Allí se recuerda todavía la interrupción del debate para dirigirse al vicepresidente del Bundestag, diciendo, "con todo el respeto señor presidente, es usted un cretino".

Dos años más tarde pasa a ser ministro de Medio Ambiente en el gobierno del estado de Hesse, jurando su cargo con zapatillas deportivas, vaqueros y chaqueta deportiva. Su vocación estaba decidida. Fischer fue uno de los motores que cambiaron la faz y la cultura política de Alemania.

Camaleón político

Ha sido descrito como el "camaleón de la política alemana". En lo positivo, al saber adaptarse a nuevas exigencias políticas y en lo negativo, ya que sus detractores lo consideran una figura sin verdaderas convicciones. El propio Fischer se denomina "el último político rockero alemán". Lamenta que ahora la "generación del karaoke" asume las riendas en todos los partidos.

Bajo su liderazgo, la sociedad perdió el miedo a las propuestas ecologistas, que han sido interiorizadas por prácticamente todas las fuerzas políticas, no sólo en Alemania. La "ecologización de la economía" fue uno de los buques insignia de Los Verdes. Pero también modernizó a su propia agrupación con propuestas no libres de controversia, como una orientación hacia la economía de mercado o destacando la importancia del respaldo militar para la paz en Bosnia.

Joschka Fischer vor der UN
Cosmopolita y hombre de Estado en en 2005.Imagen: AP

El gran salto político y personal se produce en 1998. Luego de 16 años en el poder, el Ejecutivo conservador de Helmut Kohl pierde las elecciones y pasa a gobernar una alianza entre socialdemócratas y ecologistas. Nace el gobierno "roji-verde" donde Joschka Fischer asume el cargo de ministro de Exteriores y vicecanciller, detrás de Schröder.

Fischer se establece rápidamente como el político más popular entre los alemanes. A la vez cambia su percepción pública. Se le ve menos como ecopacifista y cada vez más como hombre de Estado y cosmopolita. La segunda victoria electoral de la coalición roji-verde en 2002 se le atribuye a su figura. Fischer conservó sus mandatos y continuó trabajando en su proyección internacional, con Medio Oriente como región privilegiada de su gestión.

Wahlen Deutschland Joschka Fischer
Para muchos una figura paterna.Imagen: AP

Será difícil encontrar a un diputado que no haya sido atacado y hasta insultado por él durante la contienda política. Sin embargo a la hora de la partida se produce la reconciliación. Después de todo, se va una figura paternal para muchos.

Fischer lo ocupaba todo. Había poco espacio para otra figura de liderazgo en su partido. Por eso su despedida también es recibida con cierto alivio. Ahora tiene su oportunidad la segunda fila del Partido Verde.