Cancelan gala inaugural en Berlín

Esta no ha sido una buena semana para los organizadores del Mundial de Alemania. La cancelación de la gala inaugural, programada para el 7 de junio en Berlín, fue un golpe para la imagen de los anfitriones, que ya habían tenido que vérselas con las denuncias de deficiencias de seguridad en los estadios mundialistas germanos.

Más penoso resultó el anuncio porque, desde hace meses, se venía adelantando que la celebración berlinesa sería "mayor show de fútbol de todos los tiempos", un espectáculo de superlativos, con la participación de jugadores legendarios como Pelé y Diego Armando Maradona y estrellas del calibre de Peter Gabriel y Brian Eno, además de 7 mil voluntarios sobre el escenario y tras bambalinas.

¿Goles en vez de galas?

Los argumentos entregados por la FIFA para cancelar el evento no suenan demasiado convincentes. La organización rectora del fútbol internacional alegó que no podía garantizarse que el nuevo césped, a instalarse tras desmontar los escenarios de la gala, estuviera en óptimas condiciones para el partido que jugarán Brasil y Croacia seis días más tarde, el 13 de junio, en el Estadio Olímpico de Berlín. "Para nosotros, como asociación mundial de fútbol, los aspectos deportivos deben tener prioridad", señaló el presidente de la FIFA, Joseph Blatter, quien aseguró que no había sido fácil tomar la determinación.

Sin embargo, extraña que no se haya reparado antes en estas dificultades prácticas, considerando que el encargado del espectáculo, el artista austríaco André Heller, venía trabajando con su equipo desde hace dos años en el proyecto. Él se mostró tan sorprendido con las novedades como el jefe de la empresa holandesa que iba a instalar el nuevo césped, quien aseguró a Der Spiegel: "Para mí no habría sido ningún problema cambiar el césped a tiempo. Si comenzamos a trabajar a las cinco de la mañana, a las diez de la noche la cancha está lista."

Otras razones

Por eso, muchos se preguntan cuáles serán las razones de fondo de esta inesperada decisión. En la prensa circulan diversas especulaciones. Por ejemplo, que los costos de la gala fueron en continuo aumento y rebasarían el máximo de 25 millones de euros que estaba previsto. Claro que la FIFA tendrá que desembolsar de todos modos sumas considerables, ya que ha asegurado que cumplirá los compromisos pactados durante los preparativos.

Otra versión indica que la venta de entradas para el espectáculo marchaba en forma extremadamente lenta, lo cual habría asustado a la FIFA. Hasta el momento se han vendido sólo 7000 mil boletos, a precios que van desde los 100 hasta los 760 euros. Y eso es demasiado poco, teniendo en cuenta que los encargados contaban con una venta superior a las 60 mil entradas. Pero el problema no sería únicamente financiero: también la imagen de los anfitriones se habría resentido si las cámaras hubieran mostrado un estadio semivacío para la gran fiesta inaugural del Mundial 2006. Sea cual fuere el motivo de mayor peso, lo cierto es que no queda más remedio que aceptar la decisión y conformarse con una fiesta menor que tendrá lugar en Munich, cuando Alemania y Costa Rica jueguen el primer partido, el 9 de junio.