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Canje de deuda argentina: ¿un precedente?

pk25 de febrero de 2005

Todo indica que el canje de deuda pública argentina será un éxito. Los bonos antiguos pudieron ser cambiados por nuevos, pero con una reducción de capital e intereses y plazos más largos. ¿Un ejemplo para otros países?

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Roberto Lavagna, ministro de Economía argentino: conforme con el canje.Imagen: AP


A pesar de que la oferta puede significar una pérdida de tres cuartas partes de las exigencias de los acreedores, observadores parten de que tendrá un grado de aceptación mayor del originalmente esperado. El Gobierno argentino dará a conocer el 2 o 3 de marzo qué porcentaje de acreedores han aceptado el canje.

Debido a la disminución de la diferencia de intereses reales entre los bonos de países emergentes y los bonos norteamericanos, incluso la modesta oferta argentina ha ganado más atractivo.

A ello se agrega que el sorprendentemente fuerte crecimiento económico de la Argentina puede incrementar incluso más el componente de unidades de los nuevos bonos ligadas al crecimiento del PIB. En 2004, el PIB argentino aumentó un 8,8% y para 2005 se espera más del 6%.

Además se diluye la esperanza de que Argentina pueda presentar en algún momento una oferta más atractiva, luego que el Congreso pusiera un cerrojo por ley a toda posibilidad de mejora.

Decisión a último momento

La difícil senda de intentar exigir el pago completo ante juzgados, que conlleva grandes costos y riesgos, es transitada hasta ahora por unos pocos acreedores. "El atractivo de una participación en la oferta del canje ha aumentado en las últimas semanas", dice Mauto Toldo, del banco alemán Deka Bank.

Debido al alto grado de aceptación en la propia Argentina (un 90%), la participación en el canje puede alcanzar al final alrededor del 70% al 80%, estima el Dresdner Bank Latinoamérica. Los expertos cuentan con que los acreedores institucionales (de grandes cantidades de bonos) van a decidirse a último momento, para optimizar sus opciones. Muchos "bonistas" pequeños ya han vendido sus bonos viejos en las últimas semanas.

El Deutsche Bank estima esas ventas en unos 10.000 millones de dólares. Los compradores son seguramente grandes inversionistas, que esperan obtener ganancias de la participación en el canje de deuda.

Aumenta cotización de acciones de empresas argentinas

Con el acercamiento del fin del canje, el volumen de compra-venta de bonos argentinos disminuyó sin embargo drásticamente. En la bolsa de Stuttgart incluso se suspendió el comercio de bonos argentinos a comienzos de semana, ya que "un market making (intervenciones de compra y venta en el mercado) de los bancos asesores ya no era posible".

Mientras tanto, la cotización de acciones de empresas argentinas aumenta, en espera de un exitoso canje. El índice guía Merval aumentó en las últimas cuatro semana un 15%.

Con un alto porcentaje de participación de deudores en el canje crecen también las posibilidades de que el Fondo Monetario Internacional conceda nuevos créditos a la Argentina y de que el país pueda retornar al mercado normal de capitales.

Ello a su vez facilitaría a la Argentina el pago de los compromisos contraídos con los nuevos bonos. "La posición del FMI será decisiva para el éxito de la reestructuración de la deuda", comentó Toldo. Con un cuota de aceptación de alrededor del 70% el FMI se daría por satisfecho, agregan voceros del banco alemán Westdeutsche Landesbank.

Argentina: ¿un modelo de reestructuración para otros países?

"La decisión del FMI será más política que económica", explican analistas. En otras reestructuraciones de deudas, p. ej. en Rusia y Ecuador, los acreedores debieron renunciar a un máximo del 40% de la deuda. En esos casos se llegó a acuerdos con hasta el 95% de los acreedores.

El tratamiento algo más rudo a los acreedores por parte de Argentina, que "evidentemente es apoyado por el FMI y el Departamento del Tesoro de EE.UU., puede transformarse en un antecedente para otros países", dice Walter Molano, de BCP Securities.

En países más pequeños, como Panamá y República Dominicana, se oyen ya voces que exigen una reestructuración de la propia deuda de acuerdo con el modelo argentino. ¿Qué puede pasar próximamente con las deudas de países más grandes países, como Brasil y Venezuela? Nadie lo sabe, pero seguramente éstos no van a realizar una reestructuración de la deuda como en la Argentina, a no ser como último recurso.

El Comité Global de Bonistas Argentinos (CGBA), que afirma que representa a casi tres cuartas partes de los acreedores extranjeros, especula con la posibilidad de presentar demanda ante un tribunal mediador del Banco Mundial. Si la operación de canje es un éxito, ello ya no tendrá sentido. A comienzos de marzo se sabrá más.