Cannes 2009: un mundo en declive y otro que surge
16 de mayo de 2009"Un prophète", del francés Jacques Audiard y "Taking Woodstock", del taiwanés Ang Lee. Si la segunda cautivó, la primera entusiasmó.
Audiard cautiva al espectador durante dos horas y media acompañando en la cárcel a un joven árabe analfabeto, que consigue sobrevivir a los clanes de una prisión francesa guiado por su instinto de supervivencia. No quería hacer un cine de denuncia, afirmó el director. "Quería enseñar que la prisión es una metáfora de la sociedad".
Lejos de cualquier análisis sociocultural, Audiard se rige por la idea de un mundo en declive y otro que nace. "El ‘profeta’ es un término asociado a la religión, pero para nosotros anuncia un nuevo perfil de criminal, que no es necesariamente un psicópata", añadió.
Para Audiard, el primer cineasta francés en esta competencia, el género de películas de prisiones está demasiado influenciado por la imagen ofrecida en las películas estadounidenses. El cineasta tampoco quiso que la película se pareciera demasiado a los documentales sobre el mismo tema.
De “Don Nadie” a capo
El debutante Tahar Rahim, el espectador va siguiendo la evolución de un joven, que entra la cárcel como un don nadie y sale como un jefe de un clan de malhechores. Lo que aprende en la prisión, lo emplea fuera.
Rahim, cuyo trabajo ha sido especialmente aplaudido, comentó que no definiría a su personaje como alguien bueno o malo, sino que "tiene la habilidad de adaptarse bien y desarrollar un verdadero instinto de supervivencia". Francia, que el año pasado se alzó con la Palma de Oro ("La Clase"), tiene expectativas muy elevadas con sus propuestas a concursos en Cannes y "Un prophète" no ha decepcionado. Se ha llevado la primera ovación desde que arrancó el certamen el pasado miércoles.
Una comedia, ya bastaba de tragedias
También gustó la comedia "Tacking Woodstock", una película sobre el legendario concierto que tuvo lugar en 1969, tres días de música, paz y amor que han pasado a la historia como un referente cultural. Después de seis tragedias consecutivas, el director comentó que ya tenía ganas de hacer una comedia "pero sin cinismo".
Lee (Taiwan, 1954), al que le gustaría volver a rodar otra comedia, apenas era un adolescente cuando vio por televisión las imágenes de aquella enorme concentración de jóvenes a miles de kilómetros de su casa en Taiwan. "No todos eran 'hippies', el 99% era gente que simplemente quería estar allí", señaló el autor en rueda de prensa. Además de la música, Woodstock deja como legado el hecho de reivindicar vivir en paz, con igualdad entre razas y de forma especialmente respetuosa con la naturaleza, indicó. En plena Guerra de Vietnam, meses después de la masacre de My Lai, del asesinato de Martin Luther King y de Robert F. Kennedy, Woodstock atrajo a cientos de miles de personas que querían romper con lo establecido.
La comedia con tintes musicales supone el segundo intento de Lee de alzarse con la Palma de Oro. Su anterior visita se remonta a "The Ice Storm" (1997) y en ella retrataba la resaca de los años 60 en una familia media estadounidense. La carrera de este director afincado en Estados Unidos está jalonada de premios. Tras dos Osos de Oro, dos Leones de Oro y dos Oscar, ahora podría alzarse con el máximo galardón de Cannes, el único grande que le falta.
Autor: JOV / dpa /afp
Editor: Pablo Kummetz