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Captura de Baradar y el giro pakistaní

17 de febrero de 2010

La captura de Abdul Ghani Baradar, segundo mulá en la cadena de mando talibán después del líder espiritual Omar, y quien fuera aliado de Osama Bin Laden, es comentada por los editoriales de la prensa europea.

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Pakistán se prepara para el fin del conflicto en Afganistán.Imagen: dpa

La Stampa, de Turín: “Desde el punto de vista estratégico, lo más importante de esta detención es, ante todo, el hecho de que representa un giro en la actitud del gobierno pakistaní en Islamabad. Dicha posición siempre estuvo dividida entre las relaciones con EE.UU., por un lado, y el vínculo con los extremistas en el propio país, por el otro. Anteriormente, los servicios secretos estadounidenses, la CIA, se quejaron de la cooperación insuficiente por parte de sus colegas pakistaníes, que, de hecho, brindaban protección a los talibanes en Afganistán a fin de contar con ellos como aliados en su eterna ‘guerra' contra India. Obama y su equipo han operado codo a codo con el gobierno de Pakistán y han obligado así a Islamabad a formar parte de una alianza no oficial, pero muy efectiva en términos operativos.”

Interlocutor y carta triunfal

Salzburger Nachrichten, de Salzburgo: “Lo que realmente sucede detrás de bastidores en Islamabad, Kabul y Washington sigue siendo un misterio. Sin embargo, algo indica que Pakistán se prepara para el final del actual conflicto afgano y para el retiro de tropas occidentales en un futuro próximo. Baradar no sólo es considerado líder intelectual y militar de los talibanes, sino también un interlocutor moderado y dispuesto al diálogo. Fue Baradar quien estuvo a disposición hasta el momento en carácter de interlocutor informal, y podría ser Baradar el que se preste a ser garante, contacto y carta de triunfo de Islamabad. (…) Pakistán tiene intereses claramente definidos: una frontera segura con Afganistán (…), acceso a las rutas comerciales y la garantía de que su país no se convierta en base de operaciones antipakistaníes. Baradar, que es, como el presidente de Afganistán, Hamid Karzai, un pastún de la tribu de los Popalzai, podría tener un papel importante en la estrategia de Islamabad.”

Demasiada incertidumbre

Aftenposten, de Noruega: “Aún es bastante incierto qué significa el arresto de Baradar para las milicias talibanes, más que nada de cara a la gran ofensiva contra los enclaves talibanes más importantes en la provincia de Helmand. Las informaciones sobre Baradar son contradictorias. Algunos opinan que está abierto al diálogo con el gobierno afgano en Kabul. Otros datos afirman que ya no pertenece a la conducción talibán. Estas contradicciones son el indicio de una disipación de fuerzas dentro de las milicias talibanes (…). Pero todavía hay demasiadas vaguedades en cuanto a la detención de Baradar. En Afganistán aún las cosas no están decididas a largo plazo.”

Valiente retraimiento

The Times, de Londres: “Para el comandante superior de las tropas estadounidenses en Afganistán, el General Stanley McChrystal, es prioridad evitar la muerte de civiles. Y esto no siempre es posible: ya han muerto 12 civiles durante los combates. Pero los esfuerzos de los soldados por llevar a cabo una nueva estrategia de ‘retraimiento valiente', explicando a los habitantes de las aldeas cuáles son sus objetivos, podría colaborar enormemente a consolidar ventajas militares, aún cuando estos progresos se logren lentamente por el momento. McChrystal ya ha dejado en claro que esta guerra se ganará tanto gracias a la superioridad militar como a la habilidad política. Probablemente esa sea la lección que muy pronto deberá aprender el debilitado mando talibán.”

Autora: CP/ dpa
Editor: José Ospina Valencia