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Caso dopajes: doctor atendía “deportistas de todo tipo”

29 de enero de 2013

Operación Puerto: aunque no dio nombres, Eufemiano Fuentes deslizó que entre sus clientes había también “un futbolista, un tenista, un boxeador”.

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Imagen: picture-alliance/dpa

Operación Puerto es el nombre de una investigación que llevó a cabo la Guardia Civil española el año 2006 para desarmar una red de dopaje de deportistas de elite. Ese año se descubrieron en unos departamentos de Madrid, Zaragoza y El Escorial centenares de bolsas con sangre, que estaban identificadas con nombre en clave. Además se hallaron numerosos productos dopantes.

Eufemiano Fuentes es el médico señalado por la investigación como el presunto cabecilla de una red de dopaje, que puso en la mirada de la policía a una cincuentena de ciclistas. Si bien en 2006 la investigación fue cerrada, la fiscalía consiguió reabrirla ahora. Y gracias a ello, este martes (29.01.2013) Fuentes declaró en Madrid, donde lo más sorprendente que declaró fue que entre sus clientes no había solamente pedaleros.

"Había deportistas de todo tipo. Venía un ciclista, un futbolista, un tenista, un boxeador”, admitió el médico de 57 años, sin querer dar nombres. Tampoco reveló el significado de los códigos que estaban escritos en las bolsas de sangre que almacenaba, pero sí que eran los propios deportistas los que elegían los apodos con los que querían ser identificados, aunque luego decidió usar códigos numéricos.

"Razones terapéuticas"

Fuentes sí admitió que el ciclista español Roberto Heras, que dio positivo por EPO (una hormona quen mejora el rendimiento muscular) en su victoria en la Vuelta a España de 2005, sí fue su cliente. También contó que los deportistas se le acercaban para pedirle “asesoramiento técnico, dietético, para que les hiciera tests físicos. Algunos pedían seguimiento toda la temporada, otros acudían por una patología o lesión concreta".

El acusado, llamado cariñosamente “Ufe” por sus amigos, también reconoció que realizaba extracciones y reinfusiones de sangre a sus clientes, pero sólo "cuando era necesario" y nunca en mitad de una carrera. Fuentes, empero, no está acusado por el dopaje (las transfusiones de sangre son consideradas dopaje porque son peligrosas para la salud, pero no estaba penado por la legislación española en 2006), sino por delitos contra la salud.

Si bien usaba claves para referirse a determinadas cosas cuando hablaba por teléfono, aseguró que “nunca tuve sospecha de que la Guardia Civil me seguía, porque no tenía conocimiento de que estuviera haciendo nada malo". Según él, lo que hacía tenía “razones terepéuticas” alejadas de cualquier intención de sacar provecho deportivo.

Este caso abrió el flanco para investigaciones en Alemania e Italia, donde otros deportistas fueron investigados.

DZ (dpa, El País)