Casper, el “salvador“ del hip hop alemán
2 de agosto de 2012¿Ha muerto el hip hop alemán? No, justo porque existen raperos como Casper. Benjamin Griffey llegó a Alemania con once años, desde los Estados Unidos. Ahora, con 29 años complidos, vive en Berlín y domina, como el mejor, el arte del hip hop. Desde que su álbum “XOXO” fue publicado en 2011, Casper ha sido celebrado como el “salvador del hip hop alemán”.
Su obra ocupó durante semanas el primer puesto de ventas de la industria discográfica alemana. El único que no previó este suceso fue él mismo: “Cuando entregamos el disco, pensé: esto es la música menos popular del mundo”, cuenta, "hasta que pregunté en un bar tenían mi último trabajo”.
Buena onda y políticamente correcto
“XOXO” ha sido considerado como una obra modelo del rap alemán. Así lo afirmarían, si lo escucharan, muchos padres. Estarían felices de que la letra no glorifique la violencia ni las rivalidades entre bandas.
En vez de difamar a otros raperos, las canciones tratan líricamente sobre la vida cotidiana, con todos sus espectros de emociones. Casper fue rechazado inicialmente por sus colegas y por el público. “Emo”, “loco” o “santurrón”, le llamaban. Pero el rapero defiende sus contenidos: ”Cuando digo que la homofobia es algo muy anticuado, espero que la gente lo tome en serio”, enfatiza el antiguo estudiante de pedagogía. “Yo no quiero ser uno más de los que usan palabrotas."
Generación digital
Los textos de Casper describen auténticamente el espíritu de una generación de jóvenes, que hoy ronda los 30 años. Son personas que vivieron antes y después de la revolución digital; que no aceptan convenciones; que saben que nada es para siempre y viven, por tanto, al día, de fiesta en fiesta, al menos mientras les ofrezcan bebidas gratis. Tal vez necesiten otra revolución. Casper podría inspirarla con sus textos, ponerle la música de fondo. Pero no será su líder. Prefiere concentrarse en su estilo individual.
Su álbum “XOXO” no se deja reducir a un solo género. Oficialmente, es hip hop pero también registra matices de indie rock y emo-core. El reproche de los músicos y el público mainstream parece evidente, pero para el rapero lo más importante es dirigirse al mayor número de subculturas posible.
Autoras: Eva Gutensohn / Julia Luhnau
Editora: Rosa Muñoz Lima