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CDU promete "cura radical" para Alemania

19 de junio de 2005

La oposición conservadora ha optado por una estrategia electoral en la que no se escatimen crueldades y se diga al ciudadano los sacrificios que deberá hacer para que Alemania recupere competitividad.

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Ante advertencia no hay engaño.Imagen: AP

A la espera de la presentación oficial del programa electoral, el próximo 11 de julio, lo que filtran la Unión Cristianodemócrata y la Unión Socialcristiana (CDU/CSU) son globos sonda, pero todos parecen tener en común la rudeza, como si los partidos quisiera poner a prueba si electorado los apoya tanto como indican las encuestas.

"Tenemos que defender una línea clara y veraz. Eso nos hace creíbles", dice el flamante vencedor de las elecciones regionales de Renania del Norte Westfalia, Jürgen Rüttgers, en una entrevista con el dominical "Welt am Sonntag".

Spezialbild Landtagswahl NRW: Jürgen Rüttgers, der neue Ministerpräsident
Jürgen Rüttgers.Imagen: AP

A Rüttgers le salió bien esa estrategia, pues aunque en la campaña que le condujo al triunfo el pasado 22 de mayo y en la que logró poner fin a 29 años de gobierno socialdemócrata no fue demasiado conciso, anunció algunas medidas que, en circunstancias normales, se habrían traducido en pérdida de votos, como el recorte de las subvenciones al carbón, la principal seña de identidad de su región.

¿Tendrá éxito la estrategia?

Pero las circunstancias no parecen ser normales, y el electorado, que en nueve citas regionales ha castigado las reformas sociales del socialdemócrata Schröder, parece querer optar por el cambio político, aunque los recortes que este conlleve sean aún más dolorosos.

La CDU y la CSU ha aprovechado esta situación y no pasa día sin que haya nuevos anuncios sobre la "cura radical", como titula hoy el "Frankfurter Allgemeine Sonntagszeitung", que plantean hacer.

Recortes a las prestaciones sociales, a los derechos laborales, bloqueo presupuestario, aumento del Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA), reforma radical del sistema sanitario, del de pensiones y del impositivo -todo ello es sólo parte del abanico de propuestas que se debaten abiertamente.

"Antes los programas electorales eran un revoltijo de deseos que no siempre podían llevarse a cabo. Esta vez escribimos el guión del futuro. Formularemos clara y concisamente lo que cambiaremos", dice el secretario general de la CSU, Markus Söder, uno de los encargados de elaborar el programa electoral de la CDU y la CSU, al "Frankfurter Allgemeine Sonntgszeitung".

JAHRESRÜCKBLICK 2003 FEBRUAR DETSCHLAND HESSEN WAHL
Roland Koch.Imagen: AP

El primer ministro de Hesse, Roland Koch, por su parte, afirma en una entrevista con el semanario "Der Spiegel"', que es partidario de decir "con sinceridad y detalle lo que haremos después de las elecciones".

Es mejor informar pronto sobre los sacrificios que se exigirán y advertir de que no se puede esperar demasiado del gobierno, sostiene Koch, quien añade que "en los primeros cuatro años sólo podemos mostrar que el carguero va en la dirección acertada, pero nada más".

WASG y PDS: por lo menos un 9 por ciento

Mientras que los conservadores apuestan por esta nueva sinceridad -en lo concreto todavía hay muchas diferencias internas- el gubernamental SPD parece escarmentado por las bofetadas electorales, lo que le ha llevado a imprimir un sello más social a su política, en buena parte por las presiones desde su propia izquierda.

Así, por ejemplo, el Bundestag aprobó el pasado viernes una ley que suaviza la reforma laboral y en el discurso político se vuelve a escribir con mayúsculas el término de economía social de mercado, con acento especial en lo social.

Sin embargo, queda por ver si el electorado ve creíble este cambio. Uno de los rebeldes del SPD, el jefe del ala social y miembro de la directiva del partido, Ottmar Schreiner, expresó recientemente sus dudas al respecto en una conversación con periodistas extranjeros.

Gregor Gysi und Oskar Lafontaine
Gregor Gysi, izq. y Oskar Lafontaine.Imagen: AP

La que podría sacar provecho de esta situación es la nueva alianza de izquierdas formada por la Alternativa Trabajo y Justicia Social (WASG) y el post-comunista partido del Socialismo Democrático (PDS), que en las encuestas ronda el nueve por ciento, lo que la convertiría en tercera fuerza política.