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Centros de tránsito para refugiados: ¿solución a la crisis?

Ralf Bosen
3 de julio de 2018

El gobierno en Berlín respira aliviado: Merkel y Seehofer terminaron con su pelea por la política de asilo. Por ahora. Acordaron construir centros de tránsito en la frontera, pero falta aclarar muchos detalles.

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Refugiados cruzan la frontera germano-austriaca. (Archivo).
Refugiados cruzan la frontera germano-austriaca. (Archivo).Imagen: picture alliance/dpa/S. Kahnert

La crisis dejó huellas visibles. La canciller Angela Merkel y el ministro alemán del Interior, Horst Seehofer, trataron de irradiar optimismo durante su conferencia de prensa. Pero se los vio agotados tras la maratón de reuniones de los últimos días, en las que trataron de hallar una solución a la disputa en torno a la política de asilo. Seehofer amenazó con renunciar, lo cual hubiera significado una ruptura en la Unión conservadora, formada por la Unión Demócrata Cristiana (CDU), y la Unión Social Cristiana (CSU), su hermana bávara.

Ahora, parece que lo peor ya pasó: las cúpulas de ambos partidos acordaron "un nuevo régimen fronterizo” en la frontera con Austria. Según ese nuevo orden, si bien, por lo general, no se rechazaría simplemente a los solicitantes de asilo en la frontera germano-austriaca, como lo pedía Seehofer, estos serán trasladados a centros de tránsito. Allí se pasaría a comprobar si los solicitantes tienen realmente derecho a un proceso de asilo. Si no fuera así, porque un solicitante, por ejemplo, ya había solicitado asilo en otro país de la Unión Europea, o ya está registrado allí, se lo enviaría de regreso, en lo posible rápidamente, a ese país.

Angela Merkel deberá llevar a cabo una obra maestra de la diplomacia.
Angela Merkel deberá llevar a cabo una obra maestra de la diplomacia.Imagen: picture alliance/dpa/B. von Jutrczenka

La condición para poder enviar a un solicitante de asilo de regreso es que Alemania firme un "acuerdo administrativo” con los correspondientes países de la UE, en que se regulen esos retornos de común acuerdo. "Eso es exactamente lo que haremos ahora”, dijo la canciller alemana: primero, construir en Alemania centros de tránsito, y desde allí, "en concordancia con los otros países -en especial, con aquellos de donde vienen los solicitantes de asilo y en los que ya están registrados- organizar y llevar a cabo los retornos.” En el caso de migrantes que provengan de un país de la UE con el cual no se ha firmado un acuerdo, estos serán rechazados directamente en la frontera.

Aún faltan acuerdos importantes

Para que su plan funcione, la canciller alemana debería llevar a cabo una obra maestra de la diplomacia. Además, hay varios detalles jurídicos por aclarar. En la cumbre de la UE abogó por acuerdos bilaterales, pero cosechó confirmaciones no vinculantes. Sobre todo Italia se niega a un acuerdo, y es más que dudoso que logre un trato con Austria.

Angela Merkel también tiene viento en contra dentro de su país. La parlamentaria y jefa del partido Los Verdes, Annalena Baerbock, llamó a los planeados centros de tránsito "centros de internación”. Y tuiteó que la CDU se despidió "del compás que marca los valores de Alemania”. El copresidente de la fracción de La Izquierda en el Parlamento, Dietmar Bartsch, calificó al acuerdo sobre asilo de "muy dudoso a nivel jurídico”. La Policía, que sería la responsable de poner en práctica las resoluciones, reaccionó de manera diversa al acuerdo. El jefe del Sindicato de la Policía (GDP), Jörg Radek, dijo al periódico Mitteldeutsche Zeitung que "la protección fronteriza se está usando para hacer política, lo mismo que los centros de tránsito”. El Sindicato de la Policía Federal, por su parte aplaudió el acuerdo de la CDU y la CSU, según dijo su presidente, Ernst Walter, al diario Handelsblatt.

Horst Seehofer, ministro alemán del Interior, amenazó con renunciar.
Horst Seehofer, ministro alemán del Interior, amenazó con renunciar.Imagen: Getty Images/AFP//A. Berry

Críticas de la ONG Pro Asyl

Las críticas más severas llegaron, como era de esperar, de la organización para los refugiados Pro Asyl. Según esta, los centros de tránsito son "campamentos de detención en tierra de nadie para miles de personas que están huyendo de la guerra, el terrorismo y la violencia”. El director de la organización, Günter Burkhardt dijo que "encerrar a quienes buscan protección refleja el embrutecimiento de la sociedad”. El presidente del grupo de trabajo sobre migración del Partido Socialdemócrata alemán, Aziz Bozkurtin, concordó con Burkhardt al declarar al diario Die Welt que los centros de tránsito "no son algo practicable” y que coinciden plenamente con el rumbo de los populistas de extrema derecha del partido Alternativa para Alemania (AfD).

Autor: Ralf Bosen (CP/ERS)

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