¿Cero alcohol al volante = cero accidentes de tránsito?
14 de agosto de 2013Hoy (14.08.2013), hace exactamente 100 años, se aplicaron por primera vez las reglas de tránsito en Paris. Louis Lépine, el presidente de la policía, ordenó un novedoso examen de conducir que consistía en darle una vuelta a la manzana, así como el uso de placas de matrícula para los coches.
Desde entonces, los tiempos han cambiado vertiginosamente. Hoy en día, las calles y carreteras alemanas están pobladas de señales de tráfico, causando a veces a más confusión que orden.
Según la estadística de accidentes de tráfico del año 2012, las muertes por accidentes de tránsito en Alemania han alcanzado su nivel más bajo desde 1950. Sin embargo, cada día, diez personas aún pierden la vida en carreteras germanas.
El alcohol al volante y el exceso de velocidad son las principales causas de accidentes. Entre los conductores alemanes, los principiantes son el grupo más afectado y, al mismo tiempo, el más peligroso sobre el asfalto.
Como medida de prevención, en una encuesta realizada a mil alemanes, el 78 por ciento se pronunció a favor de reducir a cero el grado de alcohol en la sangre para conductores. Actualmente, este límite es de 0,3.
Además, el 75 por ciento de los encuestados demandó cursos de manejo de seguridad obligatorios para los conductores principiantes. En cambio, solo el 23 por ciento de los encuestados aboga por un límite de velocidad de 100 km/h en las autopistas alemanas. Pero, ¿cuánto sentido tiene reducir a cero el límite de alcohol para conductores, si no se introduce también un límite de velocidad?
Algunos países latinoamericanos como Colombia, Chile o Brasil se han adelantado a Alemania y ya aplican una ley de tolerancia cero al alcohol. En Chile, por ejemplo, se registraron menos muertes por accidentes de tráfico desde que entrara en vigor dicha ley.
Sin embargo, las personas reaccionan de manera diferente a la misma cantidad de alcohol. Sobre todo las personas acostumbradas a la bebida tienen una alta tolerancia, y aún después de haber bebido un trago pueden ejercer actividades rutinarias como manejar un coche, señala Johannes Lindenmeyer, director del hospital Salus y experto en programas de prevención de alcohol al volante. El peligro se presenta cuando llega una situación inesperada, añade. Además, la reglamentación de cero alcohol al volante no toma en cuenta la ingesta de medicamentos que contengan alcohol, dicen sus detractores.
¿Creen que debería estar permitido manejar después de haber tomado un pequeño trago? ¿En su país se aplica la ley de cero tolerancia al alcohol? ¿Creen que haya menos accidentes de tráfico si el límite de alcohol en la sangre se reduce a cero o es más importante introducir un límite de velocidad?
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Autora: Violeta Campos
Editor: Emilia Rojas Sasse