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Chelsea, monarca de la Champions

19 de mayo de 2012

En un encuentro dramático en el que hubo todo menos brillantez futbolística, el equipo inglés doblegó al FC Bayern München en tanda de penales. La gran figura: Didier Drogba.

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Imagen: picture-alliance/dpa

El Chelsea venció hoy 4-3 al Bayern en una milagrosa definición por penales y obtuvo su primera Liga de Campeones europea, tras empatar 1-1 al término del alargue.

El equipo dirigido por Roberto Di Matteo estuvo a dos minutos de perder el partido y tuvo que sufrir un partido de infarto para poder estrenarse como rey de Europa.

Con Didier Drogba y Petr Cech vestidos de héroes, tanto en los 120 minutos como en la tanda de penales, el conjunto inglés se adjudicó una victoria tan sufrida como histórica.

Así, el equipo de Londres pudo dejar atrás la pesadilla vivida en el 2008 en Moscú, cuando los penales le habían castigado, y además cumplir la obsesión de su dueño, el ruso Roman Abramovich.

El Bayern Múnich se quedó a dos minutos de poder conseguir la que quizás fuera su Copa de Europa más especial, en su propio feudo.

El equipo conducido por Jupp Heynckes, que se coronó en las ediciones de 1974, 75, 76 y 2001, no pudo cortar una sequía de once años sin poder conseguir el máximo título europeo de clubes.

A su vez, Robben, que falló un penal decisivo en el tiempo extra, volvió a tranformarse en el anti-héroe de su equipo, tal como sucediera en la final del Mundial de Sudáfrica 2010.

El partido comenzó con un guión esperable en la previa: un Bayern volcado en el campo rival con la búsqueda de Franck Ribéry y Arjen Robben por las bandas.

La constante posesión de la pelota justificaron el hecho de que el conjunto alemán se consagrara a lo largo del torneo como el equipo con mayor control del balón después del Barcelona.

El Chelsea, a su vez, plantó su línea de mediocampistas muy cerca del área y por momentos hasta pareció plantarse con una defensa de seis hombres.

La inclusión del juvenil Ryan Bertrand, un defensor habitual reconvertido en extremo, para cubrir a Robben sobre la derecha fue uno de los rompecabezas más difíciles de desarmar para el entrenador de los bávaros, Jupp Heynckes.

Un tiro de Bastian Schweinsteiger desviado por un defensa, a los cuatro minutos, fue la primera amenaza de los locales, mientras que Robben tendría luego dos oportunidades claras para poder romper el cero.

El zurdo estuvo a un paso de castigar a su ex equipo con un tiro desviado a los 8' y luego con un zurdazo firme junto a un palo que Petr Cech desvió de manera magistral.

El planteo estrictamente defensivo del Chelsea volvió a perjudicar la capacidad de desequilibrio del español Juan Mata, quien estuvo más comprometido por los despliegues de Schweinsteiger y Kroos que por poder hacer daño en la portería rival.

El ex jugador del Valencia sólo pudo gravitar en la primera mitad a los 37 minutos, cuando lanzó un tiro libre unos metros por encima del travesaño.

Ya cerca del descanso, las coberturas del Chelsea empezaron a mermar y el Bayern supo encontrar los espacios, aún sin poder anotar el primer gol del partido.

A los 36', Thomas Müller, que intercambió constantemente su posición con Robben, recibió un centro de Contento y lanzó su volea de zurda desviada y a falta de tres minutos para el entretiempo, Mario Gomez, desaparecido hasta el momento, dejó en el camino a Gary Cahill en el área y envió su disparo demasiado alto.

Ya en la segunda parte, el Chelsea intentó adelantarse unos metros y encontrar algo de protagonismo.

La idea del equipo inglés de presionar la salida de Neuer no terminaba de desequilibrar demasiado a los alemanes.

En tanto, el Bayern se acercaba cada vez más al área de Cech, pero siempre le faltaba el último toque para generar peligro.

El árbitro Pedro Proença anuló un gol de Ribery por fuera de juego del portugués y Ashley Cole salvó con lo justo un disparo de Müller con destino de portería.

A partir de los 65 minutos, el Bayern se plantó con sus diez jugadores de campo en el terreno rival y el Chelsea repitió la estrategia del Camp Nou: resistir dentro del área y esperar a que pasara el tiempo.

Con el correr de los minutos, Müller se transformó en el hombre más peligroso de su equipo y, a falta de pocos minutos para el final, tuvo su premio.

Se jugaban 83 minutos, cuando Toni Kroos lanzó un centro pasado desde la izquierda y el mediocampista de 22 años se elevó sobre Ashley Cole para clavar de cabeza el balón junto al ángulo más cercano.

La explosión de más de medio estadio y la nula actitud ofensiva de los ingleses permitía creer que el Bayern ganaría la quinta Champions de su historia, pero siempre hay lugar para una sorpresa de Drogba.

El marfileño, que no había hecho más que luchar con los defensores, fue el encargado de mandar el partido a la prórroga en el momento menos pensado.

A los 88', un tiro de esquina de Mata desde la derecha encontró a Drogba, quien le ganó la posición a Jerome Boateng y anotó de cabeza el empate.

A la prórroga no pudo faltarle más dramatismo, mientras el Bayern volvía a ver cómo se le escurría la victoria cuando parecía que la tenía en las manos.

Se jugaban apenas cuatro minutos del primer tiempo extra, cuando Drogba, ingenuo en la marca, le cometió un penal desde atrás a Ribery. Proença cobró la falta y Robben se preparaba para vestirse de salvador.

Pero, así como sucediera en la final del Mundial 2010 en Sudáfrica, el extremo zurdo volvió a fracasar: lanzó su penal sobre la derecha y Cech se hizo gigante para atajar el balón.

Ya en la segunda parte, Olic le sirvió el balón a Van Buyten en la boca del arco y el central se quedó mirando sin apenas reaccionar. Llegó el momento de los penales y todas las personas relacionadas con el Chelsea recordaron la final de Moscú 2008 contra el Manchester United.

Pero el Chelsea quería escribir su propia historia y lo hizo nuevamente gracias a Cech y a Drogba. El portero checo le atajó el lanzamiento a Ivica Olic y, después de que Schweinsteiger enviara su tiro al palo, Drogba sentenció la historia al anotar su disparo.

Fuente: DPA

Editor: Enrique López