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Chile: destrucción de monumentos como forma de protesta

11 de noviembre de 2019

Ya se han dañado más de 70 monumentos y esculturas nacionales en poco más de tres semanas de protestas en Chile. Se trata, especialmente, de figuras de la colonización europea y de militares chilenos.

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Plaza Baquedano, conocida popularmente como Plaza Italia.
Plaza Baquedano, conocida popularmente como Plaza Italia.Imagen: picture-alliance/dpa/F. Lavoz

La Plaza Baquedano, conocida popularmente como Plaza Italia, es el principal punto de convocatoria para las marchas en Santiago. En este lugar, se erigió una estatua de Manuel Baquedano, un general chileno que representa la victoria en la Guerra del Pacífico. Su escultura ha sido repetidamente dañada en los últimos días. De hecho, la esculura del "militar desconocido" que acompaña a Baquedano en la obra, fue derribada.

En Arica, en el extremo norte del país, se destruyó una escultura en piedra de 1910, en honor al navegante italiano Cristóbal Colón, por mucho tiempo considerado como el "descubridor" de América. En La Serena, a 470 km al norte de Santiago, la estatua de Francisco de Aguirre, militar de la colonización española, fue arrancada y, en su lugar, se colocó una escultura de una mujer diaguita, en representación del pueblo precolombino.

En Temuco, ciudad a 680 km al sur de Santiago, cuyos habitantes tienen en gran parte un origen mapuche, se removió el busto de Pedro de Valdivia, fundador de Santiago y principal conquistador español que murió en manos de los mapuches. La cabeza de la escultura fue colgada en la mano del guerrero Caupolicán, quien representa la resistencia ante el Imperio Español.

En el extremo sur, en Punta Arenas, la escultura de José Menéndez, empresario español a quien se le atribuye la extinción de la etnia Selk'nam, fue también destruida y llevada a los pies de la estatua del Indio Patagón, figura que homenajea a los indígenas que ya habitaban esa zona antes de la llegada de los conquistadores. 

"Significados difusos"

"Me gustaría darle la interpretación de que estos actos de rebelión se relacionan con un pasado guerrero, pero no estoy muy seguro. Yo creo que son actos espontáneos que surgen en manifestaciones multitudinarias, en la que una pequeña parte ataca a esos monumentos. El Gobierno trata de demostrar que son antipatriotas, pero yo creo que son actos espontáneos que tienen más bien significados difusos", evalúa el sociólogo Tomás Moulian, Premio Nacional de Humanidades y Ciencias Sociales en 2015, en entrevista con DW. 

Por su parte, la antropóloga Sonia Montecino, ganadora del mismo premio en 2013, explica que "el carácter carnavalesco también entraña uno de ruptura con el orden. En ese contexto iconoclasta, no resulta extraño el derribamiento de algunas estatuas que, para ciertos sectores sociales, representan imágenes de un poder que se rechaza o cuyo significado simplemente se desconoce."

Los símbolos religiosos tampoco se han salvado de la destrucción por parte de algunos manifestantes.
Los símbolos religiosos tampoco se han salvado de la destrucción por parte de algunos manifestantes.Imagen: Reuters/J. Silva

Protesta al pasado militar y colonial

Los monumentos nacionales destruidos tienen algo en común: los manifestantes atacaron principalmente las estatuas que recuerdan a las figuras de la colonización española o a los militares chilenos.

"Ha quedado demostrado que este movimiento tiene un nivel de conciencia mucho más agudo. Uno de los problemas estructurales del país, es que se ha fabricado a partir de una oligarquía, una élite muy pequeña que explota y oprime a unas capas medias y bajas, a lo largo de su historia. Uno empieza a encontrar un patrón, que es clarísimo. Cuando se derriban las estatuas, se está interpelando al autoritarismo oligárquico y militar. Es un movimiento con conciencia histórica, que entiende quiénes han sido los opresores de la gente", difiere Jorge Baradit, escritor y autor del libro "Héroes", en el que cuestiona a los próceres de la historia de Chile. 

También Gabriel Salazar, Doctor en Historia Económica y Social de la Universidad de Hull, en Inglaterra, y Premio Nacional de Historia en 2006, en Chile, considera que los manifestantes "mandan un mensaje" con la destrucción de estas esculturas.

"Ellos no se identifican con ninguna de las tradiciones que tiene el Chile moderno, tampoco con la historia hispano-colonial, y no se sienten representados por estos monumentos. El pueblo mestizo no se siente identificado con ninguna tradición cultural occidental", destaca el historiador chileno.

Salazar agrega que "este es un movimiento que tiende a identificarse con sus raíces, es decir mestizos y mapuches. Por eso, en las marchas no vemos banderas de partidos políticos, pero sí vemos la de Chile y la mapuche. Este pueblo mestizo fue sistemáticamente reprimido por la violencia de la élite chilena en los siglos XIX y XX. Esto significó una rabia acumulada, que se transmite de generación en generación."

La estatua en honor a Manuel Baquedano ha sido rayada, pintada y hasta vestida durante las manifestaciones en Santiago.
La estatua en honor a Manuel Baquedano ha sido rayada, pintada y hasta vestida durante las manifestaciones en Santiago. Imagen: imago images/Aton Chile/J. Torres

Héroes de Chile, ¿en duda?

"Los chilenos saben bien que hay otra forma de ver la historia, que los héroes que nos habían enseñado quizás no son nuestros héroes. Son de la oligarquía y nosotros, como pueblo, hemos sido víctimas de ellos. El ataque a las estatuas es, sin duda, una interpelación a un Chile que ha sido educado en una historia oficial insuficiente. Es una respuesta a la necesidad de la gran mayoría de construir una historia propia, con sus propios eventos, hitos y héroes", destaca Jorge Baradit.

Sonia Montecino, sin embargo, insiste: "No es claro que aparezcan nuevas imágenes sustitutivas que planteen una nueva mirada de la historia, aunque la protesta se dirige evidentemente contra el estado colonial y postcolonial. Eso sí, la desafección patrimonial tiene sus orígenes en un abandono de la enseñanza de la historia, de la educación cívica y de los relatos de transmisión en los colegios", opina.

Pérdidas patrimoniales

Como sea, detrás de cada escultura y monumento nacional hay un artista que dedicó su tiempo, energía y pasión para realizar una obra de arte. No obstante, el artista visual y escultor Cristián Salineros, sin justificar los ataques a los monumentos nacionales, entiende el comportamiento de los manifestantes. 

"Si nos enfocamos en el área de la escultura y la estatuaria evidentemente hay una pérdida patrimonial que no es menor. Hay una memoria visual instalada en el espacio público que es triste que se pierda", dice. "Aunque, si vemos el tipo de obras que han sido destruidas, representan en su mayoría instituciones y personajes que han sido nocivos para nuestro país a nivel histórico", subraya y concluye: "Nadie avala la destrución; pero, bajo estas circunstancias, uno no puede dejar de verlos como símbolos vinculados a la imagen colonialista." 

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