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China: “fallo ilegal”

Gui, Hao/Latschan, Thomas / PK12 de julio de 2016

Ya antes del fallo de La Haya sobre el Mar de la China Meridional, China había anunciado que no iba a aceptarlo. Luego del fallo, no se registró reacción china alguna, pero su posición sigue siendo la misma.

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La línea azul marca la zona reclamada por China: prácticametne todo.

No aceptación, no reconocimiento y no participación: así puede resumirse la posición de China en relación con el procedimiento ante la Corte de Arbitraje Internacional de La Haya.

Esa posición fue acompañada por China en los últimos meses con una gran ofensiva mediática en todo el mundo: comunicados de prensa, simposios y artículos de autores invitados en renombrados periódicos. La derrota es un golpe en el rostro de la ascendente potencia mundial. Por lo menos así lo entiende China.

Desde hace una semana se agrega un cuarto elemento: ninguna obligación de implementar el fallo. China ya había previsto el fallo negativo y se protege así de eventuales exigencias de derecho internacional y políticas de las partes involucradas.

“Las Filipinas tienen razón”

El martes (12.07.2016), la Corte de Arbitraje Internacional falló que las pretensiones de China en el Mar de la China Meridional carecen de base jurídica. La corte dijo que “no hay base legal” para que China reclame “derechos históricos” sobre los recursos en esa área marina.

Luego de varios años de litigio, el tribunal de la ONU dio la razón a las Filipinas, que habían recurrido en 2013 a él para aclarar la base legal de las acciones chinas en el sector marino en disputa, al que, entre otras, también pertenecen las islas Paracel y Spratly.

Xinhua, la agencia oficial china de noticias, calificó el fallo de “ilegal, inválido y grotesco”. Agregó que el tribunal no posee jurisdicción en el caso. El Ministerio de RR. EE. de China difundió el martes por la noche una toma de posición en la que subraya sus pretensiones, que Pekín deriva de la historia. Simultáneamente, China aseguró, sin embargo, que no limitará ni los sobrevuelos ni la navegación en la región.

“Un gran teatro”

Haciendo referencia a Wang Yi, ministro chino de RR. EE., que había calificado el procedimiento de “mero teatro”, la agencia calificó de “protagonista” al expresidente filipino Benigno Aquino III, de “actor secundario” a Japón y de “director” a Estados Unidos.

El lunes, China había realizado en las aguas de las islas Paracel maniobras navales, como demostración de fuerza, incluido el uso de cohetes y munición de guerra.

En las Filipinas, el fallo fue oficialmente “saludado”. Perfecto Yasay, ministro de RR. EE. filipino, calificó el fallo de “señero”, pero exigió simultáneamente un solución pacífica del conflicto.

La denuncia ante el Tribunal de La Haya había sido iniciada por el Gobierno anterior. Desde que asumió el cargo el presidente Rodrigo Duterte, las Filipinas intentan aproximarse a China. Duterte manifestó repetidas veces que desea llevar adelante “conversaciones bilaterales” con Pekín para terminar la disputa.