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Christiana Figueres, la pequeña gran ambición de Costa Rica

Judit Alonso (ER)19 de julio de 2016

Christiana Figueres, hasta hace un par semanas Secretaria Ejecutiva de la CMNUCC, está volcada en un nuevo objetivo: convertirse en la nueva Secretaria General de las Naciones Unidas.

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Imagen: picture-alliance/dpa/M. Hitij

A menos de un mes para celebrar su sexagésimo aniversario, la exSecretaria Ejecutiva de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), desprende una vitalidad y un optimismo contagioso allá por donde vaya, a pesar de su pequeña estatura. Quienes han colaborado con ella lo saben y no dudan que pondrá todo su empeño en conseguir su nueva meta: ser la primera mujer que ocupe el máximo puesto de la ONU.

Tendrá que competir con más de una decena de candidatos, entre los cuales también se encuentra la argentina Susana Malcorra. No obstante, para Jordi Bacaria, Director del CIDOB (Centro de Estudios y Documentación Internacionales en Barcelona) y director de la revista ‘Foreign Affairs Latinoamérica’, “el hecho de haber estado al frente de la CMNUCC, desde 2010 y su capacidad diplomática que ha sido un factor de éxito en los resultados de la COP21, le dan un gran prestigio en el entorno de las Naciones Unidas para ser elegida como Secretaria General”.

Así, lo estima también Marie Vandendriessche, investigadora del Centro para la Economía Global y la Geopolítica de la escuela de negocios española ESADE (ESADEgeo) que consideró que su “enfoque inclusivo y talento diplomático lograron uno de los pocos éxitos en la cooperación internacional en los últimos tiempos”: el 'Acuerdo de París'. Aunque “hay que comprobar su efectividad, ha sido ampliamente aclamado como una victoria de la diplomacia multilateral”, añadió.

Amante del chocolate y el deporte, es una asidua usuaria de la bicicleta, medio de transporte con el habitualmente se le ha visto desplazándose para llegar hasta la sede de la CMNUCC en Bonn, ciudad en la que fue Ministra Consejera de la Embajada de Costa Rica entre 1982 y 1985.

Especialización y tradición política

La costarricense, que habla fluidamente inglés y alemán, también dispone de experiencia al servicio público en su país: en 1987 fue nombrada Directora de Cooperación Internacional del Ministerio de Planificación y en 1988 Jefe de Gabinete del Ministerio de Agricultura. No obstante, se especializó en cuestiones vinculadas al cambio climático, estableciendo programas nacionales al respecto para los gobiernos de Argentina, Colombia, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, Panamá y la República Dominicana, en el marco de su cargo como Directora del Centro para el Desarrollo Sostenible en las Américas (CEDSA), una organización no gubernamental y sin finalidad de lucro que fundó en 1995. Igualmente, durante cinco años formó parte del equipo de representación de Costa Rica durante las negociaciones climáticas de la CMNUCC y fue miembro de la junta directiva del Mecanismo de Desarrollo Limpio y Vicepresidenta del Bureau de la Conferencia de las partes en 2008-2009.

“Figueres es una experta conocedora del tema del cambio climático, al que las Naciones Unidas deberá dedicar parte importante de su agenda. Además tiene una gran experiencia diplomática y pública en Costa Rica y es miembro de una importante saga política”, recordó Bacaria.

Su padre, José Figueres Ferrer, hijo de emigrantes catalanes fue presidente de Costa Rica, en tres ocasiones, y su hermano, José Maria Figueres Olsen, ocupó el mismo cargo de 1994 a 1998.

Licenciada en Antropología y máster en Antropología Social por la London School of Economics, dónde conoció al padre de sus dos hijas, Naima y Yihana. Figueres, también cuenta con un certificado de Desarrollo organizacional de la Universidad estadounidense de Georgetown.

Christiana Figueres junto a Ban Ki-Moon en la COP21, en París.
Christiana Figueres junto a Ban Ki-Moon en la COP21, en París.Imagen: picture-alliance/AP Images/L. Venance

A todos estos factores, que pueden jugar a favor de su candidatura, se suma el hecho que “ha introducido una perspectiva diplomática renovadora como Secretaria Ejecutiva de la CMNUCC”, consideró el director del CIDOB. "Abrió los foros para conversaciones con otros actores, como las empresas, incluidas las de gas y petróleo. Aunque algunos criticaron estos métodos, su opinión es que todas las partes tienen que estar involucrados con el fin de resolver un problema”, añadió Vandendriessche. La investigadora agregó que “su capacidad para construir puentes de este tipo, en un problema crítico mundial de este siglo, es sin duda un argumento a favor de su candidatura en la ONU ".

Se trata de una “diplomacia más colaborativa” que la costarricense quiere implantar si consigue el cargo. “Figueres tiene una agenda clara de lo que quiere hacer en Naciones Unidas si es elegida: lograr pilares para que todos los conflictos se puedan resolver pacíficamente”, afirmó Laura Tedesco, profesora del Máster de Relaciones Internacionales del Instituto de Empresa de Madrid.

Un puesto disputado

A pesar de que cuenta con más de 100.000 seguidores en las redes sociales y premios que reconocen su trayectoria profesional, la costarricense deberá enfrentarse a diversos obstáculos en la carrera para conseguir la máxima posición de la organización internacional. “La iniciativa y demanda mundial para que la Secretaría General la ocupe una mujer, le da una cierta ventaja aunque no exclusiva. El gran obstáculo que tendría que hacer frente Figueres podría ser una mujer de un país del Este de Europa” subrayó Bacaria recordando que de los 8 Secretarios Generales que ha tenido la organización, ninguno ha sido ocupado por un país del Este de Europa.

Igualmente, el director del CIDOB subrayó que “aunque Costa Rica es importante en diplomacia y puede aglutinar el apoyo de países latinoamericanos, es un país pequeño que debe competir con los intereses de los grandes países”.