La Corte Internacional de Justicia de la Haya prohibió a Japón la caza y la matanza de ballenas en La Antártida. Los jueces estimaron que los permisos concedidos a Japón desde 1987 ya no se ajustan a las provisiones contenidas en el artículo octavo de la Convención Internacional para la Reglamentación de la Caza de Ballena.