¿Cine latino a la Hollywood?

DW-WORLD.DE: ¿Hay un déficit de productoras y filmes que traten específicamente temas latinoamericanos? ¿Abrió Salma Hayek una ventana de mercado?

Existen dos tipos de cine latinoamericano. Uno de ellos se ocupa fuertemente de la cultura latinoamericana, es decir, son películas que vienen de la propia América Latina. Ahora, que Salma Hayek ha fundado una productora junto con estadounidenses, se trata de otra cosa. Se trata de películas probablemente interesantes para los mercados norteamericano y europeo. Es decir, que se dirigen a un gran público internacional. En los últimos años se ha registrado un verdadero “boom” del cine argentino. Ello ha llevado a mucha gente a prestar más atención al cine latinoamericano. Historias como “Amores perros” y “21 gramos”, del mexicano Alejandro González, han tenido mucho éxito. ¿Por qué? Porque tratan temas candentes e interesantes. Y ello atrae al público y no sólo a un público de élite, sino al espectador normal de cine.

DW-WORLD.DE: ¿Existen grandes productoras que se ocupen exclusivamente de temas latinoamericanos y cuán fuertemente están representadas en el mercado internacional cinematográfico?

El área de la que puedo hablar es la del cine de repertorio o cine “arthouse”. En esa área no existen grandes empresas que traten esos temas e inviertan grandes presupuestos. Sus presupuestos oscilan entre los 200.000 y un millón de euros. No obstante, hay productoras en ese segmento menor muy exitosas, también en los mercados internacionales. Pero no dejan de dirigirse a un público de festivales y de cine de repertorio o de arte. Creo que lo que esta nueva empresa que acaba de fundarse quiere hacer es utilizar temas latinoamericanos para hacer películas al estilo de Hollywood.

DW-WORLD.DE: ¿Qué temas prioritarios define el cine latinoamericano y cómo han surgido?

Uno de los temas esenciales es la búsqueda. La búsqueda de identidad, de patria. Otro es el sentirse extraño. Otro gran tema son sin duda las drogas. Además, la violencia, el desamparo, y la pobreza. Y finalmente la violencia en la familia.

DW-WORLD.DE: ¿En qué medida entran en las películas las huellas del pasado colonial y la cultura indígena?

Ello sucede frecuentemente en el caso de filmes mexicanos y peruanos, que se presentan bastante tradicionalistas, casi folclóricos. En ellos, las tradiciones religiosas y culturales continúan desempeñando simplemente un enorme papel. Ello se nota sobre todo en México y Perú, pero no tanto en Argentina, Brasil o Chile, donde los filmes adquieren perfiles más bien de crítica social, lo que se corresponde también con los problemas de los países.

DW-WORLD.DE: ¿Qué película latinoamericana actual es su favorita y por qué?

Me gusta mucho por ejemplo "Hamaca paraguaya". Trata de dos personas que conversan en una hamaca durante hora y media. Me gusta por su planteo visual radical. Una madre y un padre conversan sobre si su hijo vuelve o no de la guerra (la Guerra del Chaco, 1935, N. de la R.). Pero el hijo ha caído. La película es el debut de la directora Paz Encina. Es un filme increíble, que hay que ver necesariamente en el cine. Otro de mis favoritos es “El custodio”, película exhibida el año pasado en la Berlinale. Se trata del custodio de un ministro, que lo acompaña callado. Y permanentemente siente esa distancia entre su vida y la del ministro. Por un lado conforma una unidad con el ministro, pero por otro, su vida difiere enormemente de la del ministro. También me gusta mucho “El abrazo partido”, del director argentino Daniel Burmann, un filme bastante más ligero. Es una película sencillamente divertida.

Sonja Heinen es directora de proyectos en el World Cinema Fund (WCF).

El World Cinema Fund fue fundado por la fundación cultural nacional alemana Kulturstiftung des Bundes y la Berlinale. Su objetivo es apoyar el cine en diferentes regiones del mundo. En los primeros tres años el apoyo se centró en América Latina, África, el Próximo y Medio Oriente y Asia Central. En febrero de 2007, el WCF anunció que también apoyará películas del sudeste de Asia y el Cáucaso.