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Colombia: si las armas callan, habrá dinero

Astrid Prange (jov/el)18 de enero de 2016

Cuenta regresiva para Colombia: en vista de la probable firma del tratado de paz entre el Gobierno y las FARC, la comunidad internacional promete dinero para respaldar la reconstrucción. Alemania quiere aportar.

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Soldados del Ejército colombiano
Soldados del Ejército colombianoImagen: Fuerzas Armadas de Colombia/Policía Nacional

Tom Koenigs, Comisionado del Gobierno alemán para el Apoyo al proceso de paz de Colombia, explora las posibilidades de un mayor respaldo gubernamental y no gubernamental.

"Las negociaciones de paz en Colombia son interesantes para todo defensor de los derechos humanos porque, por primera vez, se firma un tratado de paz que prevé una Justicia especial para tratar los delitos cometidos en relación con el conflicto", dijo Koenigs a DW. Un aspecto que cuenta con el amplio apoyo de las organizaciones de víctimas. En el Parlamento alemán hay un grupo de amigos del proceso de paz en Colombia que tiene un gran interés en el tema.

Dinero para la paz

La comunidad internacional ya empieza a hacer efectivo su apoyo. El pasado 16 de enero el presidente del Banco Mundial, Jim Yong Kim, anunció que en 2016 entregará a Colombia un préstamo por $1,5 mil millones de dólares. "Y si Colombia necesita más fondos para el proceso de paz, estamos listos", agregó Kim en declaraciones al diario colombiano El Tiempo.

También Washington asegura su apoyo: el acuerdo de paz entre su gobierno y los rebeldes, que se anunciaría el 23 de marzo, será el tema más importante de la visita oficial del presidente colombiano, Juan Manuel Santos, a Estados Unidos en la primera semana de febrero.

Seis millones de desplazados internos

El saldo del conflicto es sangriento: más de 200.000 personas fueron asesinadas en los últimos 50 años en Colombia. Seis millones de desplazados internos que huyen de los campos a las ciudades, más de la mitad del territorio nacional infestado por minas antipersona, además de daños ambientales graves.

"Si hacemos la paz, el 2016 será el año más espectacular en la historia de Colombia", dijo el presidente Juan Manuel Santos a El Tiempo. Pero no hay que proclamar la victoria antes de firmar el acuerdo, advirtió Santos.

Uno de los puntos más difíciles en la implementación del tratado de esa paz es el desarme de los guerrilleros, su integración en la sociedad y el desarrollo económico de las zonas rurales devastadas por el conflicto. Según ACNUR, Colombia es el país con la mayor cantidad de desplazados internos.

Prueba para la democracia

ParaTom Koenigs, la fase decisiva comienza después de la firma del contrato. "No soy optimista en extremo. La implementación del acuerdo nos ocupará por largo tiempo y conlleva grandes riesgos”, dice el experto en derechos humanos, otrora enviado especial de la ONU en Guatemala y Afganistán.

Por un lado, gran parte de la población es escéptica a la paz con las FARC. Partidarios del derechista expresidente Álvaro Uribe buscan evitar el referéndum previsto. Por el otro, la izquierda teme la represión de políticos con pasado guerrillero, como sucedió con el asesinato de miles de exmiembros de la Unión Patriótica. Tom Koenigs observa que “el Parlamento colombiano y las élites deben aún ampliar el margen democrático”.