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Colombia: “La Policía está muy herida”

José Ospina-Valencia (vt)17 de febrero de 2016

La renuncia del director de la Policía, Rodolfo Palomino, a raíz de una investigación por presunto acoso sexual masculino, “llega tarde, porque la institución ya fue afectada”, dice a DW María Victoria Llorente.

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Así es como quieren los colombianos seguir viendo a sus policías: en más labores cívicas y de seguridad ciudadana.
Así es como quieren los colombianos seguir viendo a sus policías: en más labores cívicas y de seguridad ciudadana.Imagen: ACR - Agencia Colombiana para la Reintegraciónvia

“Es muy positivo que el General Palomino haya decidido dimitir, se había demorado en hacerlo”, dice María Victoria Llorente, politóloga y directora del think tank Ideas para la Paz (FIP). Llorente empero, no saluda la renuncia de Palomino porque crea que el General sea o no culpable de algo sino porque “ya corría demasiado tiempo en el que la Policía como institución estaba siendo expuesta a la duda sobre su idoneidad por los rumores contra su director y otros miembros”. Infundios o no, el caso ha tenido un efecto “devastador” para la institución que también vive de la excelente reputación de sus directores, agrega Llorente, cofundadora de la revista de análisis Razón Pública.

Desde el año 2008 empezaron a circular rumores sobre una llamada “Comunidad del anillo” relacionada con acoso sexual y sexo a cambio de favores carrieristas dentro de las filas de la Policía. Una periodista de la radio colombiana que iba tras la pista del caso habría sido interceptada y en los últimos meses las acusaciones apuntaron más directamente sobre la persona de Palomino que ponían en duda la fuente de su presunto “enriquecimiento”.

Una “prueba” que prueba lo contrario

La Fiscalía ha investigado el caso desde hace 8 años pero no ha encontrado ninguna prueba que haya ameritado la apertura de un proceso. La Procuraduría, por su parte, consideró ahora que una conversación grabada a escondidas en 2008 por el entonces alférez Ányelo Palacios (hoy capitán) a Carlos Ferro, senador en ese momento, sería una “prueba” de la existencia de los abusos que habrían tenido lugar.

La realidad es que es muy probable que lo uno no tenga nada que ver con lo otro: la persona que grabó el video y lo entregó a la cadena La FM, que persigue la historia con especial interés y que publicó dicho video, es la misma que empezó a hablar de la “Comunidad del anillo”, pero que aún no aporta pruebas.

Por otro lado, la publicación del video que llevó a la renuncia de Carlos Ferro, viceministro del Interior y exsenador, este 16 de febrero, ha generado un debate en Colombia sobre la legalidad o conveniencia de que periodistas o medios divulguen videos con contenido sexual, así sean solo conversaciones privadas entre adultos que no aportan al esclarecimiento de ninguna causa judicial.

Solo quedan perdedores

Rodolfo Palomino, exdirector de la Policía Nacional de Colombia.
Rodolfo Palomino, exdirector de la Policía Nacional de Colombia.Imagen: picture-alliance/dpa/R. Maldonado Rozo

En esta historia solo hay perdederos y ni siquiera se ha decidido abrir un juicio penal, aunque la investigación administrativa haya sido abierta oficialmente. Lo primero, dice Llorente, es que “la Policía ha quedado muy lesionada”, además, “el viceministro renunció por el escarnio público al que fue sometida su vida privada y no porque el video probara nada”, replica la analista. La conversación prueba, en realidad, lo contrario, o sea que Ferro no mantenía relaciones privadas con ningún miembro de la Policía.

Es más, el papel de los medios y los periodistas en esta trama debe ser motivo de reflexión, pide Llorente. “Si bien, algunos periodistas tras la historia han podido ser interceptados por la Policía y quisieron llevar el caso hasta las últimas consecuencias con la publicación del video. Al final del día los únicos sacrificados son la verdad y la institución policial”.

Pero las responsabilidades le corresponden también al Ejecutivo. “El presidente Juan Manuel Santos”, según Llorente, ha demostrado una pasmosa lentitud en tomar cartas en el asunto. “El nombramiento de una comisión extrajudicial de investigación ha resultado inoperante, justo cuando lo que necesitamos es una Policía preparada para enfrentar el posconflicto, para enfrentar el futuro, que es ya”.

Los retos de la Policía

Lo que ahora Jorge Hernando Nieto, el nuevo director de la Policía de Colombia, necesita es “sanidad institucional”, advierte la analista. Pero el paciente ha quedado muy herido tras una larga etapa de luchas internas de poderes e intereses que la han dividido. Para María Victoria Llorente el primero de los retos del nuevo director será “la generación y recomposición de un fuerte liderazgo interno que le permita a esta inmensa institución de casi 200.000 personas recuperar la credibilidad”.

A esta tarea prioritaria se debe sumar, según Llorente “una revisión, con ayuda externa, de todos los procesos de ascenso a todos los niveles, porque el actual sistema es el que está generando todas estas rencillas que terminan en peleas abiertas”.

El momento no podía ser más crítico, no solo para el presidente Santos sino para los colombianos: justo cuando se está a punto de firmar la paz con las FARC y se necesita una Policía sana y confiable para enfrentar la criminalidad que pueda fortalecerse tras la dejación de armas, esta, otrora una de las instituciones más respetadas del país, se ve envuelta en bochornosas peleas de sábanas, sean reales o producto de una morbosa fantasía.