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Comisión Europea presenta propuesta polémica

Claudia Herrera Pahl10 de enero de 2007

El apoyo de la Comisión de la Unión Europea al fomento de la energía nuclear ha desatado fuertes críticas en Alemania. Tampoco su propuesta de desmantelar los grandes monopolios energéticos agrada a todos.

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La UE apuesta por la energía nuclear.Imagen: picture-alliance/dpa

La Comisión de la Unión Europea (UE) subrayó este 10 de enero la importancia de la energía nuclear para la protección ecológica. Con ayuda de la energía nuclear se podría producir electricidad con emisiones casi nulas de gases contaminantes, según declaraciones del Comisario de Energía de la UE, Andris Piebglas, durante la presentación de la nueva estrategia energética de la UE.

En el informe presentado por la Comisión se subrayan preponderantemente las características positivas de le energía nuclear. Puesto que para el funcionamiento de una planta atómica se requiere poco uranio, este tipo de energía resulta independiente de posibles incrementos del precio de las materias primas en los mercados internacionales, indica la Comisión.

Sólo en el párrafo final del informe se toca de forma indirecta el problema de los desechos nucleares: se debe asegurar que los estados miembro que opten por el uso de energía atómica garanticen "niveles de seguridad máximos". Comprendido "el reciclaje de los desechos nucleares", se lee en la propuesta de la Comisión.

El presidente del Ejecutivo de la Unión Europea, José Manuel Barroso, subrayó que no es tarea de la Comisión dictar a los Estados miembro si sus paquetes energéticos cuentan con un mayor o menor porcentaje de energía nuclear. "Simplemente tratamos de impulsar el debate", sostuvo.

Barroso hizo hincapié sin embargo en la obligación de la Unión Europea de reducir su porcentaje de gases contaminantes. La meta de la UE es reducir hasta el 2020 los gases que producen el efecto invernadero a un 20 por ciento bajo los niveles medidos en 1990.

Rechaza propuesta de la UE

La canciller alemana, Angela Merkel indicó en Berlín, que no pretende modificar la decisión tomada durante el Gobierno que le precedió de despedirse a largo plazo de la energía atómica en Alemania.

Organizaciones ecologistas como la Asociación para la Protección Ambiental y de la Naturaleza (BUND, por sus siglas en alemán) se mostraron consternadas por el plan de acción presentado por la Comisión.

Este plan no logrará parar el cambio climático y bloquea el impulso necesario para alejarse de la generación de energía en base a materias primas fósiles y para concentrarse en energías renovables, según Gerhard Timm, director de BUND.

Declaración de guerra a monopolios de gas y electricidad

La amenaza a los gigantes del gas y la electricidad de obligarlos a dividirse entre productoras y distribuidoras si se determina que sus actuales estructuras distorsionan la competencia, también ha generado fuertes críticas.

Los consumidores y las empresas de la Unión Europea pagan sobreprecios para el gas y la electricidad, según el informe sobre la competencia en los mercados de energía europeos presentado en Bruselas por la directora de la autoridad antimonopolios de la UE, la Comisaria Neelie Kroes.

La industria energética esta en manos de unos cuantos consorcios. La Comisión favorece la división total de elaboración de energía y redes de suministro, indicó Barroso.

Los grandes consorcios no tardaron en manifestar su desaprobación. El vocero de la empresa Vattenfall, cuarto productor alemán de energía, indicó que la meta de lograr precios bajos es apreciable, pero subrayó que "el instrumento propuesto por la UE de desmembrar las compañías existentes no funciona". También la Asociación federal de la Industria del Gas y el Agua (BGW) rechazó tajantemente los planes de la UE.

La propuesta para la nueva estrategia energética presentadas por Barroso también contempla una alternativa menos radical: que los consorcios energéticos mantengan las redes, pero cedan su control.

El paquete para la futura política energética y ecológica de la Unión Europea será discutido por los jefes de Estado y de Gobierno durante la cumbre de marzo próximo en Bruselas.