Con todo y armas, Brasil prepara su coronación como potencia
7 de enero de 2009
El pasado mes de diciembre, Brasil y Francia firmaron una serie de acuerdos en el marco de una asociación estratégica bilateral. El país sudamericano adquirirá pertrechos y tecnología militar por un total estimado en 8.500 millones de dólares.
El proyecto, por sí mismo, es de largo alcance. Brasil contempla la compra de 51 modernos helicópteros militares adecuados tanto para el transporte como para el combate. Unidades del helicóptero militar Cougar EC-725 serán en lo sucesivo fabricadas por Helibras, filial del consorcio europeo Eurocopter en el estado de Minas Gerais.
Sin embargo, la iniciativa tiene implicaciones mucho más amplias para el gobierno brasileño, pues también se enmarca en la propuesta estratégica de defensa que recientemente fue elaborada por dichas autoridades. Finalmente, responde a una visión geoestratégica de Estado, con posibles repercusiones para toda la región sudamericana.
La Estrategia Nacional de Defensa
Daniel Flemes, investigador académico del Instituto de Estudios Latinoamericanos de Hamburgo, dio a conocer recientemente un estudio titulado La nueva política de defensa de Brasil: consolidación hegemónica a través del armamentismo. En él, señala que contrario a lo que sucede en Argentina y Chile, “hasta la fecha no existe un Libro blanco brasileño en materia de defensa”.
En cambio, prosigue el especialista alemán, “el diálogo civil-militar desembocó en diciembre de 2008 con la presentación de una propuesta para la llamada Estratégia Nacional de Defensa”. Uno de los propósitos principales de ésta, dice Flemes, es consolidar el sitio de Brasil como potencia regional y global player, haciendo uso de medios militares.
“Paz y seguridad”
La Estratégia Nacional de Defensa (END) consta de 64 páginas y lleva como subtítulo “Paz y seguridad para Brasil”. Antes que nada, hace énfasis en que el gigante sudamericano “es un país pacífico por tradición y por convicción”. Y subraya que Brasil “vive en paz con sus vecinos”.
“Los escenarios contemplados no permiten vislumbrar amenazas militares concretas y definidas, representadas por fuerzas antagónicas de países potencialmente enemigos o de otros agentes no estatales”, dice la END.
Sin embargo, según el análisis de Flemes, “la política exterior unilateral e intervencionista de la adminstración Bush es percibida como una amenaza” por la cúpula militar brasileña.
Además, las “hipótesis de empleo” del nuevo orden militar brasileño incluyen “sucesos internos ligados a la defensa nacional, derivados de guerra en otras regiones del mundo, sobrepasando los límites de una guerra regional controlada con empleo efectivo o potencial de armamento nuclear”, o la “amenaza de conflicto armado en el Atlántico Sur”.
¿Carrera armamentista en Sudamérica?
Del mismo modo, la estrategia propuesta por los militares brasileños toma en cuenta las “compras de armamento por parte de pujantes potencias medias como Venezuela y Chile que ponen a prueba la hegemonía militar de Brasil en la zona”, asegura el investigador alemán.
Precedentes como la operación militar colombiana en territorio del Ecuador para combatir a la guerrila FARC, en marzo de 2008, en el END se expresan como “amenaza de penetración de las fronteras terrestres o la invasión de aguas de jurisdicción brasileña en circunstancias de paz”.
Otro aspecto que merece una “hipótesis de empleo” dentro de la END es el de las actividades de grupos pertenecientes al crimen organizado, en especial en las zonas menos pobladas de la Amazonía brasileña.
La firma del acuerdo de asociación entre Brasil y Francia, de acuerdo con Daniel Flemes, implica aspectos militares, comerciales, financieros y diplomáticos, pero no se limita a éstos.
La nueva estrategia brasileña de defensa "tiene como meta indudable la expansión del dominio militar y, con él, la consolidación de la hegemonía regional en Sudamérica", afirma el académico alemán.
El presidente da Silva lo dijo recientemente: para su país, la capacidad militar efectiva es una condición indispensable a fin de transformarse en una potencia. Brasil, resumió el mandatario, “debe encarnar la grandeza que Dios le otorgó al crear el mundo”.