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Coronavirus: Alemania planea su estrategia de vacunación

Kay-Alexander Scholz
9 de noviembre de 2020

Con una nueva vacuna para todos, la pandemia desaparecerá rápidamente. Esa es la esperanza de muchos. Pero no será tan fácil. Hay varios desafíos que superar, y Alemania intenta prepararse.

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La vacuna plantea desafíos en Alemania.
La vacuna plantea desafíos en Alemania.Imagen: Robin Utrecht/picture alliance

Todavía no hay una vacuna contra el coronavirus aprobada en la UE y, por lo tanto, tampoco en Alemania. Pero hay algunas en la última fase de pruebas. Y se plantean varias interrogantes. ¿Cuántas dosis estarán disponibles? ¿Quiénes tendrán prioridad para recibirlas?

Alemania ya trabaja a toda máquina en la organización de una vacunación a escala nacional. El gobierno federal y los gobiernos regionales se proponen cooperar y erigir las estructuras necesarias. Los estados federados crearán centros de vacunación, que contarán incluso con frigoríficos de hasta 60 grados bajo cero, para almacenar las sustancias inmunizantes. Berlín comprará y pagará las vacunas, y el Ejército alemán yudará en su distribución. Además, se piensa organizar equipos que vayan a los hogares de ancianos, por ejemplo, a vacunar a los residentes.

Pero lo más difícil será establecer reglas sobre quienes serán vacunados en qué momento. En la primera fase, que puede tomar meses, se establecerán prioridades. En esa etapa, los centros de vacunación realizarían la labor. En la segunda fase, los médicos de cabecera entrarán en acción, con listas de prioridades menos estrictas.

¿Quiénes serán los primeros?

En un comienzo no habrá suficientes dosis disponibles, de manera que hay que resolver la compleja cuestión de cómo repartir las vacunas. El gobierno alemán reunió a expertos del Consejo de Ética, la Academia Nacional de Ciencias Leopoldina y el Instituto Robert Koch para elaborar una estrategia.  Esta comisión presentó sus primeras recomendaciones, con miras a un reparto justo y ordenado.

En primer lugar, el objetivo es evitar las enfermedades graves de COVID-19 y las muertes, en los grupos considerados de alto riesgo. Luego han de ser inmunizados aquellos que cuidan a los enfermos y ancianos.

Thomas Mertens.
Thomas Mertens.Imagen: Kay Nietfeld/dpa/picture alliance

Además hay que evitar una propagación del coronavirus a través de "multiplicadores”, por ejemplo en hogares geriátricos. Y luego hay que velar por el funcionamiento de la vida pública, para lo que son indispensables, por ejemplo, los maestros, bomberos, policías y el personal de los servicios de salud.

Todavía no se puede precisar más, según explicó el presidente de la comisión, Thomas Mertens, en Berlín. "Generalmente comenzamos a planificar una estrategia cuando se ha aprobado una vacuna", indicó. Solo entonces se emite una recomendación de vacunar. En el caso del COVID-19, hay todavía demasiado pocos datos sobre los tests realizados y, por ello, las variables desconocidas son muchas. No obstante, se anunció el propósito de presentar hasta fines de año una "matriz con una jerarquización más precisa”.

Lo que recomiendan los expertos

Los expertos, y últimamente también la canciller Angela Merkel, han dicho reiteradamente que la vacunación ha de ser voluntaria. Pero, para frenar la dinámica de los contagios, sería necesario que entre el 55 y el 65 por ciento de los alemanes se vacunara, según el Ministerio de Salud. Sin embargo, en Alemania no son pocos los detractores de las vacunas en general.

Manifestación contra las vacunas obligatorias, en Berlín (Mayo de 2020).
Manifestación contra las vacunas obligatorias, en Berlín (Mayo de 2020).Imagen: picture-alliance/dpa/K. Nietfeld

Por eso, la esfera política debe velar por que la campaña de vacunación sea exitosa. Los expertos aconsejan transparencia, una buena comunicación y "claras reglas legales con respaldo parlamentario”. Tanto en el Bundestag como en la ciudadanía ha habido quejas por la forma en que se han decidido hasta ahora las medidas contra el coronavirus, sin consultar al Parlamento.

El ministro de Salud indicó que, en vista de que previsiblemente la cantidad de dosis disponible al comienzo será limitada, habrá que explicarles a algunas personas que deseen vacunarse que tendrán que esperar. Jens Spahn sabe que para ello se requerirán buenos argumentos. Porque no serán los médicos los que determinarán quiénes podrán vacunarse primero, sino las autoridades políticas.

Planes de monitoreo central

Otro punto genera desde ya discusiones, por lo menos entre los periodistas. Todos los vacunados han de registrarse en un banco de datos central. La comisión de expertos argumenta que se necesita un acceso rápido a datos estandarizados para vigilar y también para obtener información sobre posibles efectos colaterales y experiencias con las nuevas vacunas. Mertens lamentó que en Alemania no exista un registro central de vacunación como en Finlandia.

Todavía no está decidido cuántas personas han de ser vacunadas en la primera fase. Y tampoco se sabe cuándo podrá iniciarse la vacunación. Los expertos previenen de alimentar demasiadas esperanzas de un pronto retorno a la vida de antes. Incluso cuando la vacunación esté en marcha, habrá que mantener un tiempo la reducción de contactos, debido a que habría cuotas de inmunización demasiado bajas.

(er/cp)