Corrupción ante juicio
18 de marzo de 2003Un total de 37 personas se sientan en el banquillo, tras 8 años de instrucción sobre la desaparición de unos 183 millones de euros y el funcionamiento opaco de la antigua petrolera estatal Elf, en el que se ha considerado el mayor caso de malversación de fondos de una empresa en Francia.
La sala XI del Tribunal Correccional de París tiene hasta el 9 de julio para examinar cómo un sistema de comisiones, puesto en marcha por el general Charles de Gaulle, pudo dar lugar a enormes irregularidades contables y a lo que la prensa francesa ha dado ya en llamar 'el golpe del siglo'.
Una telaraña enorme
El tribunal tiene ante sí la difícil tarea de desenmarañar la gran telaraña tejida en torno a las finanzas de Elf bajo la presidencia de Loik Le Floch-Prigent (1989-1993) y por la que se desviaron cientos de millones de euros en perjuicio de la petrolera. Nombrado por el ex presidente socialista Francois Mitterrand, Le Floch-Prigent que se dice víctima de un enorme complot, se erige en uno de los principales protagonistas de este juicio, junto al ex director de asuntos generales de Elf Alfred Sirven y el ex director de hidrocarburos y "señor Africa" del grupo André Tarallo.
Los escándalos que afectan a la antigua empresa estatal francesa Elf Aquitaine tienen una ramificación alemana, que fue uno de los varios casos investigados por la comisión del Bundestag dedicada a evaluar la posible corrupción del Gobierno Kohl. Se trata de la privatización en 1992 de la refinería Leuna, un complejo industrial situado en el territorio de la antigua República Democrática Alemana y en cuyo saneamiento se invirtieron cuantiosos fondos.
¿Misión imposible?
¿Ingresó un parte de los 183 millones, aunque sólo sea mínima, en las cajas del partido conservador alemán, CDU? Todos los involucrados, inclusive el ex canciller Helmut Kohl siempre lo desmintieron enérgicamente. El Parlamento alemán y la fiscalía nunca encontraron pruebas. Por esto se observa en este país atentamente el proceso en París.
Es dudable que en Francia se pueda aclarar todas las facetas del caso Elf. Los principales protagonistas ya se declararon en otras ocasiones ante juicio. En ocho años de investigaciones no se han podido sustentar las sospechas de financiaciones políticas – tampoco en Francia.