COVID-19: “Delta dominará muy pronto en América Latina”
10 de septiembre de 2021Las alarmas saltaron la semana pasada en América Latina después de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) clasificara a la variante Mu del coronavirus, identificada en enero en Colombia, como "variante de interés”. La cepa B.1.621, según la nomenclatura científica, se habría expandido especialmente en Colombia y Ecuador, donde representa el 39 y el 13 por ciento de casos, respectivamente.
Las otras dos variantes que predominan en la región son Gamma (P.1), identificada por primera vez en Brasil, y Lambda (C.37), surgida en Perú. Estas tres cepas habrían evitado que, hasta ahora, la variante Delta (B.1.617), responsable del repunte de contagios en el mundo, se expanda por la región, algo que, sin embargo, estaría cambiando rápidamente.
"Al parecer, las variantes locales no han permitido que Delta se expanda en la región, pero a pesar de que los contagios están bajando, estamos viendo que los casos de Delta empiezan a aumentar en algunos países”, explica en entrevista con DW Pablo Tsukayama, microbiólogo de la Universidad Cayetano Heredia de Perú.
"Llama la atención, por ejemplo, que en Río de Janeiro, donde hace un mes predominaba Gamma en un 100 por cien , esta ahora haya sido reemplazada por Delta. También en Lima, Delta ya está sobrepasando a Lambda, y lo mismo está ocurriendo en Colombia. Parece que ha demorado, pero pronto veremos que Delta empezará a reemplazar a las variantes locales”, agrega el microbiólogo.
El desafío de rastrear variantes
Sin embargo, la OMS, ante la reciente preocupación por la variante Mu, advirtió que los informes sobre la prevalencia deben "interpretarse con la debida consideración”, debido a la baja capacidad en el rastreo y secuenciación de variantes en muchos países de la región. Un problema que conoce de cerca el experto Tsukayama, quien lamenta que la región todavía tenga una capacidad muy limitada de vigilancia genómica.
"Sudamérica, por ejemplo, aporta menos del 2 por ciento de las secuenciaciones públicas que existen. Y mundialmente los países de bajos y medianos ingresos contribuyen casi el 6 por ciento de toda la secuencia. Eso es algo que hay que nivelar, porque los países más pobres son justamente aquellos donde los brotes van a ser más descontrolados y, por lo tanto, donde pueden aparecer las nuevas variantes”, advierte el microbiólogo peruano.
Otro problema es que América Latina no cuenta con la fuerza laboral suficientemente entrenada. Por ejemplo, Colombia realizó en todo 2020 unas 600 secuencias genómicas, una cantidad que representa el promedio diario en Londres. La mayor parte de la secuenciación de la región ocurre en dos laboratorios de Chile y Brasil.
Para Clara Franco, investigadora en temas de salud global del Instituto Alemán para Estudios Globales y Regionales (GIGA) este problema tiene que ver con las estructuras estatales ya conocidas en la región: "No se ha invertido en el rastreo de variantes. Siempre vemos, en casi todos los países de Latinoamérica, más presencia del Estado en ciudades. En regiones rurales alejadas la presencia estatal es mucho menor. Ahí ya ni se hacen pruebas. Cuando ahí surge una nueva variante, quizá nadie se entera”.
¿Cómo avanza la vacunación en América Latina?
Por otro lado, a medida que avanza la vacunación en América Latina, países como Chile, Colombia, Brasil o Perú registran un descenso en los contagios y fallecidos. La Organización Panamericana de la Salud (OPS) ha celebrado también la disminución de casos y están convencidos de que las medidas implementadas para luchar contra la pandemia, como el uso de mascarillas y el acceso a la vacuna, "están funcionando”.
No obstante, las dificultades que aún tienen algunos países para adquirir las vacunas es "de alta preocupación para la OPS”. Solo Chile, con un 72,15 por ciento y Uruguay, con 72,72 por ciento, han logrado vacunar a gran parte de su población, mientras que más de un tercio de los países que conforman la región todavía no ha vacunado ni al 20 por ciento de su población, según datos de Our World in Data, la base de datos de la Universidad de Oxford.
"Hasta ahora, solo el 28 por ciento de la población se ha vacunado con la pauta completa en América Latina y el Caribe. Nos preocupa los países que están rezagados porque no tienen dosis”, indicó la directora del OPS, Carissa Etienne, poniendo como ejemplo los casos más preocupantes de Guatemala y Nicaragua, cuya tasa de vacunación está en el 10 por ciento, y Venezuela, con el 11 por ciento.
"Ahora que los contagios han bajado un poco en la región, lo más racional sería empezar a prepararse ante una inminente nueva ola. Urge avanzar en la vacunación, estamos viendo claramente que las vacunas también funcionan contra las variantes. Los contagios pueden subir como en Europa, pero, entre personas vacunadas, la tasa de hospitalizaciones y mortalidad bajan mucho”, recuerda la experta del GIGA.
En total, América Latina acumula 84 millones de casos y más de dos millones de muertes a causa del SARS-CoV-2. Pero, a pesar que la región solo tiene alrededor del 8 por ciento de la población mundial, acumula el 25 por ciento de las muertes por COVID-19.
Preocupación por Delta
Hasta la fecha, el mecanismo COVAX, creado para la distribución equitativa de las vacunas alrededor del mundo, ha entregado más de 36 millones de dosis de vacunas contra el coronavirus a 32 países de América Latina y el Caribe. Otras han llegado por donaciones principalmente de Estados Unidos. Sin embargo, esa cantidad sigue siendo insuficiente para un continente de 650 millones de habitantes.
Ante la inminente expansión de la variante Delta en la región, que podría ser la causante de la próxima ola, los expertos urgen acelerar la vacunación. "Delta va a reemplazar por completo a todas las variantes que están circulando en el mundo. Es difícil predecir, pero yo diría que, en un mes, Delta podría dominar en América Latina. Eso preocupa, pero también el mensaje con esto es claro: si queremos hacer más vacunas tenemos que hacer vacunas contra Delta”, sostiene el experto Tsukayama.
(ms)