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¿Cuántos trabajos dependen del motor de combustión?

19 de julio de 2017

La industria automovilística alemana reacciona a la posible prohibición de vehículos con motor de combustión a partir de 2030. Según un estudio, los beneficios de tal medida tampoco serían determinantes.

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Symbolbild Zulassungsverbote Verbrennungsmotoren
Imagen: picture-alliance/Chromorange/Bilderbox

El debate sobre una posible prohibición de motores de combustión alarma a la industria del automóvil. El partido de los Verdes puso dicha prohibición sobre la mesa para 2030 con la intención de cumplir con los objetivos alemanes para el clima. También en Francia se baraja la idea de prohibir ese tipo de motores para 2040. Una medida que los grandes de la industria como BMW, Mercedes o Porsche no consideran adecuada: "Creemos que sería un fallo estratégico apagar políticamente el motor de combustión", declaró en Berlín el presidente de la Asociación Alemana del Automóvil (VDA), Matthias Wissman.

600.000 puestos de trabajo en peligro

La VDA trata de aportar cifras para calibrar la magnitud de ese "fallo estratégico". Según un estudio realizado por el Instituto Ifo de Múnich, "uno de cada dos puestos de trabajo de la industria automovilística alemana tiene que ver con la fabricación de motores de combustión", apuntó Clemens Fuest, director del Ifo. Cerca de 600.000 puestos de trabajo del sector industrial dependerían directa o indirectamente de la construcción de este tipo de motores. Sin embargo, Fuest también reconoció que no está claro cuántos puestos de trabajo costaría la reconversión de la industria automovilística hacia métodos de propulsión alternativos: "No precedimos la desaparición de 600.000 puestos de trabajo". Según los expertos, el aumento de modelos eléctricos e híbridos conducirá a una gran reconversión en el sector, pero el estudio no ofrece cifras concretas sobre las  consecuencias que podrían tener esos cambios.

Clemens Fuest Direktor Institut für Wirtschaftsforschung ifo
Clemens Fuest, director del instituto Ifo de investigación económica. Imagen: picture-alliance/dpa/S. Stache

Para la Asociación del Automóvil, hablar de este tema antes de las elecciones generales es un momento idóneo siempre y cuando también se hable de las posibles pérdidas masivas de empleo. Además, cuenta con el apoyo de expertos en economía como Fuest, que considera esa prohibición como no adecuada o poco eficiente.

"Es importante que la política medioambiental se mantenga neutral en lo que respecta a la tecnología. Es decir, que ponga objetivos climáticos pero sin prescribir con qué tecnologías se deberían alcanzar", explica el experto. El objetivo debería ser la protección del medioambiente con los costos más bajos. Según el estudio, la prohibición de automóviles con motor de combustión interna podría reducir en un 32% las emisiones entre 2030 y 2050. Sin embargo, para los científicos del Ifo ese beneficio no sería suficiente como para justificar el daño que podría provocar tal injerencia en el mercado.

Innovación con combustibles alternativos

También el presidente de la VDA se muestra satisfecho ante esa conclusión, al igual que considera que los motores de combustión altamente eficientes podrían ser una alternativa interesante a los coches eléctricos. "Como cuna de la industria del automóvil, Alemania no debería enfrentar un tipo de motor a otro", explica Wissmann. Económica, ecológica y socialmente no tiene sentido y hace que peligre la posición de los fabricantes germanos en el mercado mundial. Los motores de combustión podrán funcionar en el futuro con combustibles biológicos sintéticos. Por ejemplo, la empresa Sunpower ya investiga en Dresden con este tipo de combustión.

 Wissman también rechaza las repetidas acusaciones de las asociaciones medioambientales sobre que la industria alemana está dormida ante el avance de la electromovilidad. No en vano, las cifras que arroja el estudio servirían para probar lo contrario con la conclusión de que los fabricantes alemanes son líderes de patentes en tecnologías de propulsión.  En ese sentido, una de cada tres patentes presentes en vehículos eléctricos o híbridos procede de Alemania. Además, Wissmann menciona los 40.000 millones de inversión anuales dedicados  a la investigación y el desarrollo de motores de combustión avanzados y otros sistemas de propulsión. "No se puede decir que la industria alemana no invierta en tecnologías alternativas", señala Fuest: "Lo que no ha funcionando es su implementación, que esos vehículos lleguen a las carreteras". Pero eso no depende de la investigación.

La VDA estima que, hasta 2025, las matriculaciones de automóviles eléctricos o híbridos serán de entre el 15 y el 25%. Para 2020, los fabricantes alemanes aspiran a tener cerca de 100 modelos de este tipo de vehículos en el mercado frente a los 30 de la actualidad. Pero eso significa que el mercado seguirá dominado en un 75% por motores de combustión.

"Con los beneficios obtenidos con los vehículos de gasolina y diésel financiamos esas nuevas vías", aclara Wissmann. Por eso, la asociación desearía un marco político abierto acorde con la economía de mercado en lugar de una prohibición. Sin embargo, con ese escenario no responden a la pregunta de qué compromiso tendría la asociación con los objetivos del clima. Sobre todo, porque todavía faltan propuestas concretas de cómo alcanzarlos con esas nuevas  "tecnologías de combustión altamente eficientes".