Cuba lucha contra el coronavirus y confía en Joe Biden

Hasta ahora, Cuba ha enfrentado relativamente bien la pandemia del coronavirus. La semana pasada el gobierno informó de cero nuevas infecciones por primera vez en tres meses. La situación en el resto del país también parece estar bajo control.

"Cuando hay una situación de emergencia como esta pandemia, todo en Cuba se centra en ella", dice Abel Álvarez, que trabaja como funcionario deportivo y alquila dos pequeños apartamentos en La Habana junto con su esposa. "Tuvimos dos casos sospechosos en nuestra familia, por lo que hemos sido testigos de primera mano del procedimiento: desde la policlínica hasta el aislamiento con pruebas de PCR y atención médica. Cuba ha sido muy eficiente en ese sentido".

De hecho, con un total de 6.595 infecciones y 128 muertes (hasta el lunes 26 de octubre), Cuba se encuentra en una situación relativamente buena. Varios factores son responsables de este éxito: el sistema de salud de Cuba, que tiene experiencia en materia de epidemias, el seguimiento constante de las cadenas de infección y la obligación de llevar máscaras en público.

Pero luchar contra una pandemia también cuesta dinero. Dinero que el Estado no tiene realmente.

Faltan importantes ingresos de divisas

Debido a la caída del turismo causada por el coronavirus, Cuba carece de importantes ingresos de divisas. Además, el presidente estadounidense, Donald Trump, sigue constantemente reforzando el bloqueo. "El panorama actual de la economía cubana es bastante complicado si se tiene en cuenta que uno de los sectores más importantes de los últimos años, el turismo, está prácticamente en cero", dice el economista cubano Omar Everleny, que anteriormente trabajaba en la Universidad de La Habana y ahora es consultor independiente.

Sin embargo, Abel Álvarez sigue confiando. "Hemos limpiado a fondo, reparado el aire acondicionado, revisado el suministro de agua caliente y también hemos hecho algunas mejoras en el propio edificio. Estamos listos para recibir a los turistas", cuenta Abel.

Y de hecho, el domingo pasado, el primer avión con 239 turistas de Gran Bretaña aterrizó en Varadero. La aerolínea alemana Condor también volará al balneario cubano tres veces a la semana desde Fráncfort y Düsseldorf a partir del 31 de octubre. El aeropuerto de La Habana también debería abrir pronto.

¿Nueva normalidad?

A mediados de octubre comenzó una nueva etapa de la pandemia del coronavirus en Cuba con la llamada "nueva normalidad". Ya no se planea un confinamiento completo. Restaurantes, cafés, teatros, cines y playas abrieron de nuevo.

Sin embargo, en Holguín y Las Tunas no se nota mucho de esa 'normalidad', dice Danielle Phillips. La jardinera de 26 años suele desplazarse entre las dos provincias occidentales de Las Tunas, donde vive su madre, y Holguín, donde mantiene un puesto de plantas ornamentales. Aunque los bares y clubes nocturnos están abiertos y todo el mundo lleva mascarillas, la situación del suministro es catastrófica.

Se formaban largas colas delante de las tiendas, a veces un día o dos antes, dice: "La gente discute y muchos no consiguen nada al final, porque en realidad no hay mucho”. Y esto a pesar de que el gobierno intenta racionar ciertos productos, es decir, vender solo una cierta cantidad por persona, por ejemplo, pollo, aceite de cocina, pero también pasta de dientes y productos de higiene, según Phillips. "Para todo tipo de productos, ya sean alimentos o productos de higiene, hay una cola."

Quien tiene dólares no necesita hacer cola

El gobierno cubano ha respondido a la falta de ingresos en divisas y a la difícil situación de abastecimiento con reformas económicas. Las medidas anunciadas incluyen una mayor autonomía para las empresas estatales, la concesión de licencias a las pequeñas y medianas empresas, innovaciones en la política agrícola y cambios en la política de precios e impuestos. La reforma monetaria también está por llegar.

"Las reformas se iniciaron antes de la crisis", dice Everleny. "Pero también es cierto que la pandemia del coronavirus la ha acelerado." El economista piensa que el camino elegido es el correcto. "También se trata de una apertura política para permitir cosas que antes eran tabú."

Esto incluye la dolarización parcial del comercio minorista. "Aquí se ha demostrado la flexibilidad del estado", dice Everleny. Para obtener las divisas que se necesitan urgentemente, el gobierno abrió hace un año tiendas estatales de divisas, donde se pueden comprar electrodomésticos y piezas de automóviles, y desde junio también alimentos y productos de higiene en divisas. Para ello, los cubanos deben abrir una cuenta en dólares en un banco estatal, que está vinculada a una tarjeta de giro. El gobierno habla de MLC (moneda libremente convertible).

Confiando en Joe Biden

"Si hay algo, es en las tiendas de divisas", dice Danielle Phillips. "En las tiendas CUC (peso cubano convertible), solo hay productos racionados y terribles, terribles colas." Las tiendas de divisas, por otro lado, tienen de todo. Ella también tiene una cuenta en MLC - con 100 dólares que su padre, que vive en el extranjero, le había regalado para Navidad.

Pero no todo el mundo tiene a alguien en el extranjero que pueda enviar dinero. Sin embargo, Everleny cree que la apertura de tiendas de divisas fue una buena decisión. "Muchos de estos dólares se fueron al extranjero para compras en México o Panamá". Ahora se quedan en el país y permiten que el país obtenga al menos algunas divisas a pesar de la caída del turismo.

Una luz al final del túnel podría llegar de EE.UU. donde un nuevo presidente será elegido la próxima semana. "Con Joe Biden habrá menos sanciones y se trabajará para mejorar las relaciones bilaterales", espera Álvarez. "Como cubano, estoy a favor de Biden."

(gg/er)