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“Cumbre de los cuatro”, sin medidas concretas para la crisis

22 de junio de 2012

Francia, España, Italia y Alemania se pronunciaron en Roma por una política de integración más fuerte en Europa, pero no dieron detalles sobre cómo implementarla.

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Imagen: picture-alliance/dpa


En la “Villa Madama”, una mansión en lo alto de una colina sobre el Tíber, en el noroeste de Roma, ya se habló muchas veces de política y dinero. Después de todo, ese palacio del siglo XVI fue construido por la poderosa familia Medici y se usa desde hace muchos años como residencia de huéspedes del ministerio italiano de Relaciones Exteriores. Un centro de conferencias estimulante para el trébol de cuatro hojas de Europa, formado por el presidente francés, François Hollande, el jefe de Gobierno español, Mariano Rajoy, la canciller alemana, Angela Merkel, y el primer ministro de Italia, Mario Monti. El anfitrión les había aclarado que deberían presentar sus resultados a más tardar durante la cumbre de la Unión Europea, la próxima semana. De lo contrario, hay peligro de que los mercados vuelvan a atacar a la eurozona.

El euro, una decisión irreversible

La canciller alemana, Angela Merkel, y sus tres homólogos dijeron durante una conferencia de prensa conjunta que su intención es dar una señal clara de que no se dará marcha atrás en cuanto a la moneda comunitaria, el euro. “Hacemos todo para hacer del euro una moneda con futuro. Luchamos por el euro”, dijo Angela Merkel. El presidente francés habló de una visión a mediano plazo. Y Mariano Rajoy anunció que se presentará un mapa de ruta para una unión económica más solidaria y más estrecha que incluirá una unión de la banca.

Cumbre de los cuatro: Angela Merkel sigue en contra de los eurobonos.
Cumbre de los cuatro: Angela Merkel sigue en contra de los eurobonos.Imagen: picture-alliance/dpa

Mario Monti teme, ante todo, a los altísimos intereses que su país y España deben pagar a los compradores de títulos públicos. El clima en la mesa de conversaciones de los cuatro representantes de los Estados más importantes de la eurozona fue más bien frío. La canciller siguió inflexible en cuanto a una adquisición de bonos públicos a través del fondo de rescate de la zona euro. Algo que, según aclaró, no se prevé a corto plazo. Y remarcó una y otra vez que solo podría haber responsabilidades comunes si hay también controles conjuntos. “Por eso estamos trabajado en una unión política. Europa debe unirse más”, subrayó la canciller.

Italia no quiere ayuda

El ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble, había dicho durante el encuentro del Eurogrupo en Luxemburgo que quien quisiera que el Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF) compre sus bonos debería solicitarlo formalmente. Pero justamente eso es lo que quiere evitar Mario Monti, quien está entre la espada y la pared. Roma no debe caer en el remolino de la crisis y convertirse así en presa fácil de los mercados. “Italia no necesitará ayuda”, dijo Monti inmediatamente después de la cumbre de los cuatro a varios periódicos europeos. “Y si necesitamos ayuda, entonces hay algo en el sistema que no marcha bien”, señaló el primer ministro italiano. Países como Italia, que cumplieron con el plan de reducción de su déficit fiscal, no deberían ser castigados con intereses sobredimensionales.

De hecho, Mario Monti logró frenar un nuevo endeudamiento, pero, a pesar de eso, no hay quien quiera comprar bonos públicos italianos porque la economía no crece, y porque el efecto de las reformas se hace sentir muy lentamente. También Mariano Rajoy rehúye aceptar dinero del FEEF, ya que éste estaría ligado a duros recortes y severos controles. La magullada banca española debe, empero, solicitar el rescate de ese fondo por un monto que se estima en más de 60.000 millones de euros. Pero España aún no ha presentado una solicitud concreta, y por esas dudas, según se estima, aumenta la volatilidad de los mercados. Mario Monti, que es profesor de economía, no pretende de ningún modo seguir siendo primer ministro, pero quiere seguir luchando por salvar a Italia de la insolvencia hasta las eleccioens, a celebrarse a más tardar en primavera del 2013.

España aún no presentó una solicitud formal de rescate.
España aún no presentó una solicitud formal de rescate.Imagen: picture-alliance/dpa

¿Sin perspectivas de solución a corto plazo?

Monti no solo tiene una visión a mediano plazo, sino que también exigió medidas concretas a corto plazo. Entre ellas, la compra de bonos públicos de países en dificultades, un nuevo incremento de los paquetes de rescate, así como una unión de la banca europea. Y propuso que todos los bancos garantizaran conjuntamente los depósitos de los ahorristas europeos.

La canciller alemana no dejó entrever durante la cumbre cuál de esas medidas concretas apoya. Todas significan, en definitiva, mayores riesgos para los países solventes de la eurozona. “No se trata de que no tenga ganas de ayudar”, dijo Merkel, y aclaró que lo que sucede es que tiene que asegurarse de que las garantías y los controles vayan de la mano. También subrayó que eso es algo que le debe a los contribuyentes alemanes y a los de otros países europeos.

Eurobonos siguen siendo solo una visión

Mario Monti, Mariano Rajoy y también el presidente francés, François Hollande, no se mostraron sorprendidos porque Alemania no esté dispuesta a crear bonos europeos conjuntos, los famosos eurobonos. Los alemanes podrían permitir que los otros países participen de los beneficios de sus intereses extremadamente bajos, insinuó el primer ministro de Italia. Alemania, por su parte, argumenta que un endeudamiento conjunto solo entra en consideración si también la responsabilidad y los controles de la deuda se asume de forma conjunta. Es decir, primero es necesario crear una unión política, y luego los eurobonos. “Los eurobonos están al final del proceso”, dijo la canciller alemana ya hace un tiempo. Y los otros tres mandatarios europeos están en contra de eso.

"Italia no necesitará ayuda", dijo Mario Monti.
"Italia no necesitará ayuda", dijo Mario Monti.Imagen: picture-alliance/dpa

Llega el Pacto de Crecimiento

Hollande quiere que se apruebe un pacto de crecimiento europeo durante la cumbre de la UE, la semana próxima. En concreto, el pacto solo prevé que se aumente el capital de los bancos europeos de inversiones, y no se planean programas coyunturales a financiar con endeudamiento. El objetivo es movilizar cerca de 130.000 millones de euros para impulsar el crecimiento. Los cuatro también estuvieron de acuerdo en introducir un impuesto a las transacciones financieras que incluya a los mercados en el combate de la crisis y quieren que ese impuesto, que es rechazado por otros países de la UE, se imponga, al menos, en la eurozona.

Dificultades franco-germanas y protestas contra Merkel

La cooperación entre Francia y Alemania se ha vuelto algo más complicada desde la llegada al poder del socialista François Hollande. Mario Monti subrayó que el acuerdo entre los dos países más sólidos de la zona euro sigue siendo importante, pero que “ya no es suficiente”. Por eso la precumbre en Roma tuvo como invitado también a Rajoy, pero a ningún otro mandatario europeo, ya que si no “se hubiera convertido en una verdadera cumbre de la UE”, djo el primer ministro italiano, y lo que se buscaba era, en primer lugar, un sondeo preparatorio.

Protestas en la Piazza Venezia contra los cuatro mandatarios presentes en la cumbre.
Protestas en la Piazza Venezia contra los cuatro mandatarios presentes en la cumbre.Imagen: picture-alliance/dpa

Mientras en la “Villa Madama”·se negociaba a alto nivel, en la Piazza Venezia se reunían cientos de manifestantes para protestar contra la política de los cuatro, incluida, naturalmente, la canciller Angela Merkel, a la que acusan de imponer a Europa medidas de ahorro demasiado duras. Pero parece que Merkel no se enteró de la manifestación. Luego de la conferencia de prensa, viajó directamente al aeropuerto para volar a Danzig, y presenciar el partido de cuartos de final de la Eurocopa entre Grecia y Alemania. Diplomáticos alemanes presentes durante la conferencia se apuraron en aclarar que el evento futbolístico entre Grecia, candidato a la bancarrota, y Alemania, el país más rico de Europa, “no tenía –naturalmente- ninguna relevancia política”.

Autor: Bernd Riegert/ Cristina Papaleo
Editora: Emilia Rojas-Sasse