Cumbre LAC-UE: valor simbólico
19 de mayo de 2008Hay ausencias que a veces llaman más la atención que las presencias. Berlusconi, Brown, Sarkozy: ninguno de los tres participó en la Cumbre de Lima, dejándole a Angela Merkel el terreno abierto para una ofensiva de simpatía. Merkel y Zapatero fueron los únicos jefes de gobierno de “países grandes” europeos presentes en la capital peruana. Y la canciller federal alemana no dejó pasar desaprovechada la oportunidad.
Como era de esperar, muchos resultados tangibles no tuvo, sin embargo, la Cumbre. Repasando la Declaración de Lima se leen una serie de lugares comunes y declaraciones de intenciones que, como tantas otras veces, no pasarán de ello. En el tema de la lucha contra la pobreza, los jefes de Estado y de gobierno se pusieron de acuerdo en “abordar de manera efectiva la erradicación de la pobreza, la desigualdad y la exclusión”. Cómo, con qué medios y en qué plazos se busca en vano.
En cuanto a la protección del clima y el medio ambiente, otro de las áreas prioritarias, en la declaración se reafirma “el principio de las responsabilidades comunes, pero diferenciadas, y de las respectivas capacidades”, una frase algo críptica para decir que cada uno hará lo que pueda. Además, ambas regiones se comprometen a “impulsar la cooperación birregional con una visión comprensiva de la temática medioambiental”. Impulsar siempre está bien y no compromete mucho a nadie.
Más interesante es lo que pasó al margen
Más interesante es lo que pasó al margen de la Cumbre y en la gira de Merkel que la llevó a Brasil, Perú, Colombia y México. Para retener es que las negociaciones entre la Unión Europea y el Mercosur para un tratado de libre comercio entre ambos bloques están estancadas. Ahora se espera el resultado de las negociaciones multilaterales de la Ronda de Doha, pero como van las cosas, la espera puede ser muy larga.
No puede sorprender entonces que la UE busque firmar tratados por país. Si bien tanto las compras europeas en América Latina y el Caribe como las ventas a la región no van mucho más allá de sendos 6 % del total de exportaciones e importaciones totales de la UE, el potencial es innegable. Lo demuestran los acuerdos de libre comercio e inversiones de la UE con México y Chile. Desde que entraron en vigor, el comercio bilateral de la UE con México aumentó un 70 % y con Chile, un 250 %.
En la misma línea van los esfuerzos de la UE para firmar tratados similares con Perú, Colombia, Ecuador y Bolivia. Perú y Colombia están muy interesados en arribar a vastos acuerdos, mientras que Ecuador y Bolivia adoptan posiciones más reservadas, por lo que también en este caso se llegará seguramente a tratados bilaterales con los países que así lo deseen. América Central no sabe bien aún lo que quiere, por lo que las respectivas negociaciones irán seguramente aún para más largo.
Brasil: un “big player” de la energía
En el caso de Brasil, la línea es claramente bilateral. Como segundo productor mundial de biocombustibles, después de los EE. UU., y con las perspectivas que le da el descubrimiento de grandes yacimientos de petróleo en sus costas, Brasil quiere transformarse en un “big player” de la energía a nivel mundial. Como no podía ser de otra manera, Merkel le insistió a Lula acerca de la necesidad de proteger el medio ambiente y de que el biocombustible no podía llevar a más deforestación. Y como no podía ser de otra manera, Lula le aseguró que de ninguna manera y que tierra había suficiente.
Pero el tema bilateral de la energía no se queda allí. Posibilidades ve la Unión Europea también en cooperaciones a nivel de las energías nuclear, eólica y solar. En las dos últimas, Alemania tiene una fuerte posición en los mercados mundiales, mientras que Francia lidera en la primera. En suma, un interesante paquete de posibilidades y una puerta abierta que Merkel dejó en Brasil.
Con respecto a los conflictos regionales, poco pudieron hacer los visitantes de la UE para distender la situación. No obstante, su presencia y la oportunidad de reunirse como en familia fue ya de por sí positiva. Algo muy necesario, ya que poco antes de comenzar la Cumbre, Interpol dio a conocer un informe con consecuencias: los datos en las computadoras del comandante de las FARC “Raúl Reyes”, abatido el 1 de marzo en territorio ecuatoriano por fuerzas militares colombianas, no han sido modificados, según los expertos de la Policía Internacional. Los archivos en esas computadoras, afirma Bogotá, prueban una cooperación de Venezuela y Ecuador con la guerrilla. Ahora es de esperar que el espíritu de Lima continúe por algún tiempo y que la sangre no llegue al río. Si la Cumbre, con su valor simbólico, algo aporta a ello, ya habría valido la pena.