¿Cuánto cuesta el ruido alemán?
1 de marzo de 2007La empresa alemana de ferrocarriles, Deutsche Bahn, decidió recientemente incrementar de 76 millones de euros a 100 millones de euros la inversión en equipamiento destinado a evitar que el ruido de sus trenes afecte a las personas.
Asimismo, 4.800 viviendas en todo el país recibirán algún tipo de subsidio para proteger a sus habitantes de los sonidos que se generan todos los días durante el transcurso del tráfico ferroviario.
Dinero y política pública
Éstos son tan sólo dos ejemplos de las millonarias inversiones que se realizan todos los años en Alemania, a fin de evitar que quienes viven en entornos especialmente vulnerables al ruido no sufran daños mayores en su salud física y mental.
Estas medidas no se limitan a lo financiero; se traducen también en directrices de política pública. El pasado 2 de febrero, el gobierno federal presentó un plan de acción destinado a contrarrestar la contaminación auditiva que daña a la salud de las personas.
Las inversiones que se planean son de cientos de millones de euros. El ministro alemán de Tránsito, Wolfgang Thefensee, anunció que los fondos federales para la protección auditiva aumentarán al doble en 2007, en comparación con el año anterior. El ruido, dijo el funcionario, constituye un problema cotidiano que debe ser combatido de manera frontal.
La acción ciudadana, crucial
La fehaciente reacción de las autoridades alemanas ante el problema del ruido no es solamente una cuestión de buena voluntad. El gobierno reconoce que sus programas de acción constituyen una respuesta al alarmante número de quejas ciudadanas por molestias o padecimientos relacionados con el ruido excesivo.
De hecho, la protección contra el ruido es en Alemania toda una especie de subcultura. Por ejemplo, en la acción "Día contra el ruido" llevada a cabo en 2006 participaron más de 200 personas y asociaciones, entre dependencias gubernamentales, cajas de seguros médicos y fabricantes de aparatos auditivos.
Los daños del ruido
Ante esta circunstancia, tanto a nivel europeo como estrictamente alemán existen directrices destinadas a proteger a las víctimas del ruido excesivo. La consideración, una vez más, no es abstracta ni exagerada.
De acuerdo con reportes de las cajas de seguros médicos, la sordera parcial o total como producto del ruidoso entorno laboral fue motivo de 42.000 jubilaciones forzadas, y erogaciones adicionales por 162 millones de euros tan sólo en 2004.
En un país industrializado como Alemania, sería imposible pensar en adecuar drásticamente el tráfico que más produce ruido, por ejemplo, el de aviones o el de trenes de carga. Pero el gobierno alemán considera que es posible y necesario adoptar medidas preventivas.
Esto conviene a las finanzas públicas, y también a las cajas médicas. El ruido, en la que algunos llaman "la segunda revolución industrial", no es sólo un tema de decibeles, sino sobre todo de euros y centavos.