¿Cuánto dura una culpa?
13 de noviembre de 2003
La junta administrativa de la Fundación pro Monumento al Holocausto en Berlín decidió que las columnas del monumento serán impregnadas, como se había planeado en un principio, con un elemento protector elaborado por la empresa Degussa. La decisión tomó horas de intensa discusión y los miembros finalmente acordaron unánimemente que se debía proseguir con el proyecto tal cual se había planeado. El presidente del Parlamento alemán y presidente de la junta administrativa, Wolfgang Thierse, explicó que se decidió renunciar a una votación para evitar dar una señal equivocada. El hecho de que se haya logrado un consenso podría representar no la respuesta a cuánto dura una culpa, pero sí la señal de que, a más de medio siglo de la barbarie nazi, ha llegado el momento del perdón y la reconciliación.
Perdón y reconciliación
Hace unas semanas la fundación decidió interrumpir la construcción del monumento, al darse a conocer que el revestimiento de las 2.700 columnas de las que constará, había sido encargado a una filial de Degussa, heredera de aquella empresa que en la época del nacionalsocialismo suministró el gas Zyklon B para las cámaras de gas en las que fueron asesinados millones de judíos. La noticia despertó la críticas de muchas personas que ven manchado así el recuerdo de las víctimas del Holocausto y heridos los sentimientos de los supervivientes.
Muchos, por el contrario, hacen hincapié en que la actual Degussa es una empresa distinta a la de entonces. Una empresa que, por lo demás, participó desde un principio en el fondo de indemnización para las víctimas del nazismo y que ha declarado públicamente su arrepentimiento.
El pasado y el presente unidos
La junta administrativa que se ocupó de las interrogantes éticas que despertó el caso, no perdió de vista los cerca de 2,4 millones de euros adicionales que implicarían reemplazar a Degussa.
La exclusión de Degussa, además, entorpecería la construcción del monumento, que ha durado más de un cuarto de siglo desde que la escritora y periodista Lea Rosh, con el apoyo de muchos intelectuales del país, lo propusiera. Rosh, quien también pertenece al consejo de la Fundación, resaltó la importancia de que se haya logrado una decisión en consenso. Una decisión difícil, pero un paso importante que cuenta también con la aprobación del Consejo Central de los Judíos, que indicó que respetaría cualquier determinación que tomará el consejo. Queda así despejado el camino para que el monumento sea inaugurado el próximo 8 de mayo del 2005, sexagésimo aniversario de la capitulación del Tercer Reich.