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Dándole tiempo al tiempo

7 de diciembre de 2003

El primer ministro italiano y presidente de turno de la UE, Silvio Berlusconi, y el canciller alemán, Gerhard Schröder, se declararon en Berlín contrarios a un ‘acuerdo sobre la Constitución Europea a cualquier precio’.

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Todavía hay esperanza.Imagen: AP

‘No pasa nada si la presidencia italiana concluye sin acuerdo de una Constitución Europea. Sería peor concluir todo este proceso a toda costa, y por una razón de calendario hacer una Constitución que no garantice el funcionamiento de Europa’, dijo Berlusconi.

Los líderes europeos se reunirán en Bruselas los próximos días 12 y 13 para intentar finalizar la Constitución Europea, la Carta Magna de una UE que, a partir de mayo, pasará de 15 a 25 miembros y albergará a una población de 450 millones de personas.

El presidente de turno del Consejo se entrevistó con Schröder para preparar el próximo Consejo Europeo en Bruselas, reunión a la que el mandatario alemán dijo que acudirá dispuesto a que sea un éxito. ‘Nuestras posiciones siguen siendo las mismas, pero lógicamente estamos dispuestos a hablar de lo que sea con quien sea’, reiteró Schröder, quien antes del consejo de Bruselas tiene previsto hablar de los asuntos europeos en juego con el presidente francés, Jacques Chirac, y con el primer ministro finlandés, Matti Vanhanen.

Obstáculo inamovible

A la pregunta de si también hay una reunión prevista con los jefes de Gobierno que mantienen posiciones contrarias a las de Francia y Alemania, especialmente el español, José María Aznar, el canciller dijo que no, aunque ‘yo siempre estoy abierto y dispuesto a hablar con José María si eso sirviera de algo’.

El canciller dejó entrever que ese encuentro no serviría de nada, pues al igual que Francia y Alemania, que apuestan por un sistema de voto de doble mayoría, España tampoco parece dispuesta a moverse un ápice en su defensa del sistema de votación acordado en el Tratado de Niza, que le permite mantenerse en la línea de los ‘grandes’.

Una Europa transparente

Berlusconi, quien como jefe de Gobierno dijo no tener grandes problemas con las posiciones de Francia y Alemania, dijo que no escatimará esfuerzos para alcanzar ese éxito, aunque insistió en que es mejor esperar que forzar una Constitución que no garantice una buena gestión de Europa y de sus instituciones.

‘Es muy importante que la futura Constitución defina una Europa factible, que los ciudadanos se sientan identificados, que el reparto de competencias y de poder sean aceptados sin reticencias por los Estados, que la transparencia y la eficacia en la gestión de la nueva Europa estén asegurados’, señaló Berlusconi.

Logros alcanzados

Schröder, indicó que Alemania tiene ‘un interés vital’ en que los asuntos en litigio se resuelvan y las diferencias se limen antes de que acabe el año, pero aun cuando eso no ocurra, Schröder rindió tributo al trabajo y profesionalidad de la presidencia italiana, durante la que se han logrado ‘avances tan importantes para el futuro de Europa’.

Entre los ‘frutos obtenidos durante la presidencia italiana que hay que salvaguardar’, Schröder citó la creación de la figura del ministro europeo de Asuntos Exteriores, el reparto de competencias y reforzamiento de las instituciones europeas y la definición de las bases de una política europea común de Defensa.