Dan Shechtman: de "cuasi-científico" a Premio Nobel de Química
5 de octubre de 2011Y sin embargo se mueve. Ya Galileo Galilei sufrió el problema existencial, con el que el físico israelí Dan Shechtman tuvo que lidiar durante años: nadie le creyó y en lugar de reconocimiento recibió burlas y hostigamientos.
Las estructuras cristalinas tan raras, como las que por casualidad observó Shechtman en 1982 en un microscopio electrónico, no figuraban en ningún libro de texto, por lo que no podían existir.
Pero Shechtman, que actualmente tiene 70 años, no dudó y defendió su descubrimiento, por el que ahora fue laureado con el Premio Nobel de Química.
Cuando el Comité Nobel le comunicó al respecto, Shechtman admitió que esperó esa distinción "mucho, mucho tiempo" y que ya casi había perdido las esperanzas.
Pero "un buen científico es un científico humilde". En una entrevista con el diario israelí "Haaretz" publicada hace algunos meses dijo: "Cuando uno está seguro de que tiene razón, no hay que retroceder hasta que los otros demuestren lo contrario".
Críticas e insultos
Esta contraprueba se la debió hasta el final de su vida uno de sus críticos más conocidos, el dos veces premio Nobel Linus Pauling.
En cambio, Pauling, quien fuera posiblementen el químico más importante del siglo XX, criticó a Shechtman en público en un congreso realizado en Estados Unidos: "Danny Shechtman cuenta tonterías. Algo así como cuasicristales no existen, sólo cuasi-científicos".
Al respecto, Shechtman dijo posteriormente: "Eso ocurre cuando las personas creen en algo de manera casi religiosa. El debate con Pauling era casi teológico".
La esposa de Shechtman reconoció hoy que su esposo pertenecía al grupo de profesores de los que se burlaban en secreto en los congresos científicos. "Vivió años duros", dijo.
Y sobre el premio Nobel opinó: "Él lo merece. Trabajó duro y no aflojó".
La cristalografía, una ciencia
Shechtman es, según sus colegas, una persona más bien tranquila y profesional, y no un fanático revolucionario. Al principio también dudó sobre su descubrimiento, por lo que lo revisó numerosas veces.
Pero los resultados fueron confirmados y así comenzó un período difícil para él dentro de la comunidad científica. Su propio jefe en el Instituto de Tecnología de Israel (Technion), en Haifa, lo expulsó del grupo de investigación porque lo ponía en ridículo.
También cuando Shechtman, que entonces contaba con unos pocos expertos que lo respaldaban, intentó dos años después publicar su descubrimiento en una prestigiosa revista científica, su trabajo fue devuelto con la comunicación: rechazado.
Sólo medio año después, otra revista publicó el artículo, que para los especialistas en cristalografía era herético.
Tuvieron que pasar años y se necesitó además el respaldo teórico de los matemáticos, para que el descubrimiento fuera aceptado en los círculos científicos.
El interés en las investigaciones apareció en Shechtman a edades tempranas. "Mi sueño en la niñez era estudiar ingeniería mecánica. De niño leí 25 veces 'La isla misteriosa' de Julio Verne. El ingeniero allí sabía todo sobre mecánica y física. Así quería ser yo", recordó el científico en una entrevista.
Entretanto, Shechtman, nacido en Tel Aviv en 1941, padre de cuatro hijos y músico entusiasta, recibió gran cantidad de galardones en Israel y el extranjero, entre ellos el premio Israel, la máxima distinción civil del país, y el prestigioso Wolf.
Es miembro de la Academia Nacional de Ciencias de Israel, de la Academia Nacional de Ingeniería de Estados Unidos y de la Academia de Ciencias Europea. Entre 1981 y 1983 trabajó en la Universidad Johns Hopkins en Baltimore, pero regresó luego con su familia a Haifa.
Allí es profesor en Technion, además de ser profesor de ciencias materiales de la Universidad Estatal de Iowa, en Estados Unidos, entre otros.
DPA
Editor: Enrique López