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Música

Danza y alegría a cargo de la Filarmónica Joven de Colombia

Felipe Espinosa Wang
1 de julio de 2017

La Filarmónica Joven de Colombia sigue su gira por Alemania y Austria. Su última parada fue la ciudad de Wiesbaden. DW acompañó a la orquesta en la especial y osada velada.

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Philharmonie Kolumbien in Wiesbaden
Imagen: Filarmónica Joven de Colombia

Con la llegada de cada verano, la emblemática región vinícola alemana de Rheingau se viste de música por más de dos meses con uno de los festivales más grandes y famosos de Europa, el Rheingau Musik Festival. Con más de 170 conciertos en toda la región del Rin medio, la cita de la noche del viernes 30 de junio en la Kurhaus de la ciudad de Wiesbaden (30.06.2017) estuvo a cargo de la Filarmónica Joven de Colombia, quienes continúan por su gira europea entre Alemania y Austria.

 

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Desde el inicio del concierto, el público sonrió y se dejó contagiar de la alegría del director colombiano Andrés Orozco Estrada, quien elocuentemente se dirigió a su audiencia para dar la bienvenida e introducir los sonidos de las caracolas marinas, entre otros, que serían utilizadas en la primer pieza del programa: el poema sinfónico "América salvaje” de 2006 del compositor peruano Jimmy López.

Lucha cultural

Orozco –conocido por el público local debido a su labor como director titular la Orquesta Sinfónica de la Radio de Fráncfort– dirigió a la joven orquesta por la lineal y progresiva pieza. A su inicio, un grupo de músicos apareció alrededor del público tocando un clúster sonoro con las caracolas marinas, o pututus –instrumento de los indios quechuas–, y las ocarinas, para introducir luego paulatinamente el resto de instrumentos de la orquesta, en representación de la lucha cultural desde tiempos de la conquista. "América Salvaje es una pieza llena de lenguajes y colores, muy de nuestra región, muy Latinoamericana”, reveló Andrés Orozco a DW.

La segunda obra de la velada contó con la aparición del chelista Claudio Bohórquez interpretando las "Variaciones sobre un tema rococó” de Tchaikowsky, introduciendo la temática rusa del concierto con la tercera y última obra de la noche: "La consagración de la primavera” de Stravinsky. 

Músicos de la Filarmónica Joven de Colombia en el Rheingau Musik Festival de Wiesbaden.
Músicos de la Filarmónica Joven de Colombia en el Rheingau Musik Festival de Wiesbaden.Imagen: Juan Andrés Rojas

Una propuesta integral

La interpretación de la exigente obra del célebre compositor ruso fue sin lugar a dudas el momento culminante del programa. La tensión y la concentración acompañó a los músicos desde el inicio, cuando entraron por diferentes puntos de la sala en una coreografía que iría a conducir toda la pieza. "A ‘La consagración de la primavera' le hemos sacado, digamos, todo el jugo posible con el fin de obtener todo su brillo y energía. Partimos del corazón artístico de la obra, utilizando un recurso que es casi intrínseco de la misma: la coreografía, el movimiento, la danza”, reveló Andrés Orozco.

La intrigante coreografía, a cargo del bailarín colombiano Gabriel Galindez, logró su objetivo de complementar la música sin opacarla, brindando una nueva escucha del famoso ballet ruso de 1913. Los movimientos hipnóticos de Andrés Orozco –tal vez sin el objetivo implícito–, terminaron siendo, asimismo, parte integral de la composición y la coreografía.

Nuevas aproximaciones

La madura interpretación y el claro entusiasmo de los jóvenes músicos, evidente desde el inicio del concierto, fue retribuido por el publicó con un gran aplauso y admiración por la osada propuesta; la Filarmónica Joven de Colombia le apostó a romper paradigmas en el mundo de la música clásica en un escenario difícil, como el Rheingau Musik Festival.

Pero las sorpresas no acabaron ahí. Los músicos no se fueron sin antes regalarle a quienes visitaron el concierto una muestra de la música de gaitas y tambores típica de Colombia, convirtiendo la salida del concierto en una fiesta sorpresa. Lo que comenzó con sonrisas y se transformó en danza a lo largo del concierto, terminó en lo mismo: alegría y baile a cargo del entusiasmo juvenil de los miembros de la Filarmónica Joven de Colombia.