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Davos y el miedo

Andreas Becker21 de enero de 2015

En muchas partes del mundo cunde el temor: Europa está estancada, China ya no crece tan rápido como antes y las políticas de los grandes bancos centrales se diferencian mucho entre sí.

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Imagen: WEF

Davos no es este año el centro del mundo económico. La atención se dirige actualmente hacia otros lados, por ejemplo, hacia Fráncfort del Meno, donde Mario Draghi anunciará el jueves (22.01) si el Banco Central Europeo comienza o no a comprar masivamente bonos soberanos para inyectar más dinero en los circuitos económicos, a efectos de detener la caída general de precios.

El ciudadano medio no entiende bien la importancia de la lucha contra la deflación, dice Anthony Scaramucci, fundador y codirector del fondo de inversiones SkyBridge Capital. “La deflación es destrucción”, agrega. Kenneth Rogoff, economista de Harvard, opina que eso es una exageración, pero que, por cierto, muchos bancos centrales se ven superados por la situación: “Están sorprendidos por el hecho de que no puedan generar inflación, con eso no habían contado”.

Mientras la Reserva Federal de Estados Unidos reflexiona acerca de cómo y cuándo sacar dinero de circulación, los bancos centrales de Europa y Japón intentan todo lo contrario: inyectar más dinero en sus respectivas economías. Rogoff es escéptico: “Los mercados han perdido la confianza en que los bancos centrales logren alcanzar esa meta”.

Humor ruso

“Si quieren saber cómo generar inflación, vengan a Rusia”, recomienda a los participantes en el Foro Económico Mundial Arkadi Dvorkovich, uno de los vice primeros ministros de Rusia.

El representante ruso de mayor rango en Davos demuestra por lo menos poseer humor. Rusia sufre por los efectos de las sanciones occidentales y el bajo precio del petróleo. La inflación en Rusia es actualmente de dos dígitos, la tasa de interés para créditos también. Eso dificulta enormemente las actividades empresariales.

“Un riesgo se suma a otro”, dice Guillermo Ortiz, presidente del consejo de administración del banco mexicano Banorte. A los problemas de la política monetaria se agregan riesgos tales como el terrorismo, las guerras civiles y la inestabilidad política. “Eso genera inseguridad, lo cual a su vez causa fuertes oscilaciones en los mercados”, subraya.

Una era de intervenciones estatales

Políticos como Dvorkovich, pero también Matteo Renzi, el primer ministro de Italia, dicen en Davos que hoy es un imperativo que los gobiernos aseguren tranquilidad y estabilidad en los mercados. Los gobiernos ya intervienen, sin embargo, masivamente en los mercados, objeta Scaramucci, “lo cual no ha llevado a más estabilidad”.

“Cuando dentro de 50 años alguien analice la historia económica de hoy, dirá: fue una era de grandes intervenciones estatales”, agrega, “en que cada Gobierno utiliza para eso los medios de los que dispone: Estados Unidos su poder militar y monetario; los saudíes, su petróleo”.

China, por su parte, ha reducido conscientemente su crecimiento, para orientar su economía más hacia el consumo interno y desarrollar los sistemas sociales. También Rusia y Europa persiguen objetivos propios, resalta Scaramucci. Y agrega que “los inversionistas deben contar ahora con que los Gobiernos intervengan en los mercados y desaten grandes oscilaciones”. Por eso es poco probable que la calma vuelva a los mercados en los próximos años. Mucho indica que el miedo ha llegado para quedarse.