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De "Made in China" a "Made in Germany"

Danhong Zhang / RML24 de septiembre de 2012

Mientras los productores alemanes se instalan en China para abaratar sus costos, cada vez más inversores chinos llegan a Alemania para comercializar sus productos y hasta para producirlos. ¿Qué los atrae?

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De "Made in China" a "Made in Germany"
De "Made in China" a "Made in Germany"Imagen: Fotolia/Oli_ok

Nadie arriesga millones de euros en vano, a 8.000 kilómetros de casa y confrontado con una cultura totalmente extraña. Los empresarios chinos presentes en el “Foro de Negocios e Inversores China 2012”, recientemente celebrado en Colonia, tienen su motivación clara: “la tecnología”, el signo distintivo de la marca “Made in Germany”.

“Es una muy buena marca”, dice Jiang Xiangyang, vicegerente general de Sany Heavy Industry. “No sólo suena bien, sino que se asocia con verdaderos valores: investigación y desarrollo de primera clase, además de excelente atención al cliente”, algo de lo que carece actualmente la marca “Made in China”, explica Jian a DW.

No basta con ser “la fábrica del mundo”

China no se conforma con ser el mayor productor y exportador global, la “fábrica del mundo”. Sus empresarios quieren establecerse como líderes mundiales e invierten en industrias claves. Sin embargo, el sello “Made in China” se sigue asociando con productos plagiados, baratos y de dudosa calidad. Es un problema de imagen, asegura Petra Wassner, gerente de la consultora NRW.Invest, que asesora a inversores extranjeros en el Estado de Renania del Norte Westfalia: “por eso es importante que China posicione en Europa sus productos de mayor calidad”.

Petra Wassner, rodeada de empresarios chinos en el Foro de Negocios e Inversores China 2012.
Petra Wassner, rodeada de empresarios chinos en el Foro de Negocios e Inversores China 2012.Imagen: DW

Wassner cita ejemplos recientes: “Huawei,el fabricante de equipamiento de redes y telecomunicaciones, intenta establecerse como marca y ya ha ganado reconocimiento. Es el caso también del fabricante de computadoras Lenovo”. O del fabricante de equipos pesados Sany, que se fundó como empresa privada a finales de la década de 1980. Desde un garage en el sur de China, Sany ganó primero renombre a escala nacional, luego en América Latina y, desde hace algún tiempo, también en Europa.

Hace alrededor de un año, Sany inauguró su central europea en Bedburg, cerca de Colonia, por unos 100 millones de euros. Por otros 360 millones, la firma aprovechó a inicios de año la puesta en venta de la tradicional empresa alemana Putzmeister, líder en el mercado de bombas de concreto. “Putzmeister era para nosotros un modelo y, de pronto, cuando ya hemos crecido, aparece la oportunidad de comprarla. No se puede desaprovechar algo así”, dice Jian, el gerente de Sany.

Sany produce más de la mitad de las bombas de concreto que se venden en China. Puztzmeister, el 40 por ciento de las que compra el resto del mundo. Juntas forman un gran equipo. Además, gracias a su nueva holgura financiera, Putzmeister amplió su cartera de productos con la reciente adquisición de la productora de mezcladoras de hormigón Intermix. Sany, por su parte, se beneficia con el valor agregado de la marca "Made in Germany", asegura Jiang Xiangyang, que coordina ahora, desde la sede de Putzmeister, en Baden Würtemberg, el contacto con la casa matriz.

Putzmeister produce el 40 por ciento de las bombas de concreto que se venden en el mundo.
Putzmeister produce el 40 por ciento de las bombas de concreto que se venden en el mundo.Imagen: picture-alliance/dpa

Los caminos que conducen a Alemania

Es así como los empresarios chinos tratan de acortar el camino a la cima mundial. Los primeros inversores llegaron a Alemania a fines de la década pasada. Por lo general, fundaban una filial comercial para vender sus productos “Made in China”. Luego, otras empresas comenzaron a producir en Alemania, para aprovechar el know how. Y, desde hace tres o cuatro años, aprovechan también las oportunidades para absorber empresas alemanas. Así, el fabricante de automóviles y equipos Weichai Power acordó, también este año, la compra de acciones del fabricante de carretillas elevadoras alemán Kion Group.

Y es que mientras la crisis económica y financiera golpea a las medianas empresas europeas, el Estado chino disfruta de amplias reservas en divisas y las empresas privadas disponen de capital para comprar otras empresas y “ofrecerles buenas perspectivas”, confirma Petra Wassner, de NRW.Invest.

¿Hecho en Alemania o en China?
¿Hecho en Alemania o en China?Imagen: Fotolia/Butch

Sólo en Renania del Norte Westfalia se han establecido ya 750 empresas chinas. Los inversores chinos han creado en la región 8.000 puestos de trabajo desde 2004. NRW. Invest, la consultora gerenciada por el Estado más poblado de Alemania, brinda gratuitamente sus servicios a los interesados en China. El Estado ofrece oportunidades en la industria química, automotriz, de construcción de maquinarias y de energías renovables, justo las priorizadas por el Gobierno central en Pekín. Así que este es sólo el comienzo. La avalancha de inversores aún está por venir, coinciden los empresarios chinos asistentes al “Foro de Negocios e Inversores China 2012”.

Seguramente tomará su tiempo llegar a comparar la imagen de la marca de fabricación asiática con la alemana. Mientras tanto, cada vez más productos chinos incorporan cada vez más componentes germanos. Y, al mismo tiempo, estos componentes disminuyen cada vez más en los productos de firmas alemanas que han trasladado sus plantas a China. Pronto podría ser inevitable preguntarse hasta dónde llega el sello "Made in China" hasta dónde la marca "Made in Germany”.

Autor: Danhong Zhang / Rosa Muñoz Lima

Editora: Emilia Rojas-Sasse